Mundo ficciónIniciar sesiónTodas las miradas se habían clavado en Helena.
Era imposible procesar lo que acababan de escuchar.
¿Cómo podía estar diciendo eso? ¿Cómo podía defender a Valeria en un momento así?La confusión se extendió como una onda en el jardín.
Los invitados se miraban entre sí en silencio, buscando en rostros ajenos la lógica que no encontraban en el propio.Porque, para todos los que habían visto la escena —o creían haberla visto—, estaba clarísimo:
Valeria Blake tenía la mano extendida.







