Sara Edwards, una joven mujer fue atropellada cuando regresaba de su trabajo, fue llevada a un hospital de la ciudad por el hombre que la atropello, Chris Clark, un joven millonario, que es reconocido en la ciudad por sus excentricidades, sus días de fiesta y la forma descomunal de gastar su dinero, pero sobre todo por ser un casanova empedernido. Ella no portaba ningún tipo de información acerca de su familia, así Chris por no tener un problema legal accedió a hacerse cargo de todo lo relacionado con Sara durante su recuperación, mientras la cuida a diario en el hospital y la visita empieza a surgir sentimientos entre los dos inexplicables, ella pierde la memoria totalmente y lo único que percibe como alguien conocido es a Chris. La vida de ellos dos da un rumbo inesperado, pues Chris cambia su ostentosa vida por esta mujer, pero lo que ninguno de los dos sabe, es que ella tiene una familia y un pasado que la está buscando, Sara no logra recuperar la memoria, pero se debate entre quien debe amar, ya que esta su pasado que era lo que tenia ante del accidente, o esta su presente y lo que mas ama de momento. Una historia con un sinfín de emociones y enredos sentimentales, que nos hará pensar en que momento de nuestra vida vale la pena luchar por alguien .
Leer másSara Edwards sale corriendo envuelta en llanto, su desespero es tan grande que ni siquiera es capaz de visibilizar a los lados de la avenida, las luces de un auto la sorprenden de un duro golpe, se escuchan rechinar las llantas de un auto.
- ¡Atropellamos a alguien! ¿ahora que vamos a hacer? - Pregunta la mujer que va en la parte de atrás del auto.
- ¡Estamos en problemas, debemos largarnos de aquí inmediatamente! Dice el conductor...
- Salió de la nada, nos tenemos que quedar por favor, tenemos que ayudarle- Dice Chris Clark, con una angustia inminente por lo que acaba de pasar, el va como copiloto del auto que acaba de atropellar a Sara.
- ¿Estás loco?, por supuesto que nos vamos, yo no quiero estar envuelta en líos legales, mi madre me mataría, mi esposo me dejaría, hazte responsable tú, acelera Kenny por favor- Dice la mujer presionando con su mano al conductor
-Lo siento amigo, estamos ebrios, podríamos ir a la cárcel, tenemos que irnos.
- ¿Pero que carajos?, no podemos irnos, tenemos que ayudar a esa persona – Chris golpea fuertemente la parte de adelante del copiloto, mientras que la ira lo invade por la reacción de sus dos amigos. A pesar de ser un hombre con su estilo de vida, no era un insensible, la sola idea de haber matado a alguien e irse de allí sin hacer nada no lo dejaría vivir en paz.
Chris Clark, un joven millonario de veinticinco años, hijo de una de las mejores familias de la ciudad, un hombre no tal alto, pero con cuerpo envidiable, ya que solo se dedicaba a cuidar de él, su presencia era lo más importante, tenía cabello rubio liso, con unos ojos amarillos color miel y una piel nívea. Conocido en su círculo social por la forma en que derrochaba su dinero, la generosidad con sus amigos y sobre todo el sin fin de mujeres que habían pasado por su cuarto, era el soltero más cotizado de la ciudad. Tanto por su físico, como por sus millones.
A pesar de que sus padres lo habían obligado a terminar una carrera en la universidad, para Chris nunca fue importante trabajar, tenía un buen botín en banco a causa de la herencia que le había dejado su abuela y unos negocios que le daban para tener una vida de ensueños sin ni siquiera mover un dedo. Derrochar dinero era su única labor.
El carro acelera, dejando a la mujer tirada en el piso, abandonada a la suerte de lo que le haya pasado.
- Ken no pudiste dejarla tirada ahí, igual las cámaras de seguridad registran las placas del auto, vamos a tener un problema peor- Dice Chris angustiado
- ¿Y qué quieres que hagamos? Esa persona salió de la nada, todos vamos super ebrios, la policía nos pondrá en la cárcel al menos unos treinta años.
- ¿Y si está muerta?
- ¡Mira Chris, coge el maldito auto y lárgate!!, ve ayúdale, yo me iré a casa- Ken frena el auto, saliendo del lugar del conductor.
La mujer que va en la parte de atrás hace lo mismo que el, ambos salen corriendo del lugar, Chris toma el volante y rápidamente regresa al sitio del accidente, y allí esta todavía.
Se baja del auto rápidamente y se da cuenta que se trata de una joven mujer, una como de su edad, esta inconsciente, parece muerta, Chris se toma la cabeza con ambas manos y entra en estado de desespero, no podía creer que le hubieran hecho daño a una joven mujer por su irresponsabilidad, así que decide llamar a emergencias y pedir ayuda.
Mientras la ambulancia llega, Chris trata de buscar si la mujer tiene algún bolso con sus documentos, o tiene alguna tarjeta que la pueda identificar, pero ella no lleva nada, solo un uniforme blanco, parecía ser enfermera, en el bolsillo de su pecho lleva una placa con su nombre en mayúsculas SARA EDWARDS, pero no hay nada más que pueda identificarla.
Al poco tiempo llega la ambulancia y la policía, rápidamente se llevan a Sara a un hospital y Chris queda a disposición de la policía.
-Vaya, pero si es el señor Clark de nuevo- Le dice el policía a Chris- Pero esta vez si se le fueron las luces, atropellar a alguien no es causa de una simple sanción, estas en serios problemas Clark.
-Lo se Román, pero yo no fui quien la atropello en realidad, yo solo me devolví porque quería ayudarla
-Si, si no fuiste tu ¿entonces quien fue?, Román lo mira con cara de incredulidad
-Pues…- Chris duda en delatar a su amigo
-Lo siento, ya eres un hombre demasiado mayor para que me salgas con esto, estas detenido, puedes hablar con tu abogado, ahora pon tus manos detrás de la espalda, a partir de ahora estarás bajo nuestra custodia.
Chris resignado deja que le pongan las esposas mientras que sus pensamientos se nublan por su futuro y en especial por aquella mujer, debía averiguar qué pasaría con ella, si su familia se pondría al tanto de la situación, quería ayudarla.
Haber visto el rostro de Sara le había causado una sensibilidad que no podía dejar de pensar que el y sus amigos le habían hecho daño a esa joven mujer.
Chris Clark, el joven millonario está encerrado en una pequeña y fría celda de la estación de policía de su ciudad, no deja de pensar en Sara, aquella joven de cabello oscuro, piel trigueña y muy sencillo físico, no es como las mujeres que lo rodean, es una mujer natural, de un bello rostro, por lo que hace suponer que debe tener una bella sonrisa, pero Chris no sabe si tendrá la suerte de conocerla algún día.
-Muchacho levántate, el abogado ha hecho un acuerdo con el fiscal, estas libre- Dice Román mientras abre las rejas de la celda
- ¿Es en serio?, gracias de verdad- Dice Chris con una cara bastante desalentada
-Pero debes hablar con tu abogado y firmar unos documentos, de lo contrario te quedaras aquí mucho tiempo.
-Lo que sea necesario Román, lo único que quiero es salir de aquí- Chris sale directo a buscar su abogado, una pequeña sonrisa había iluminado su rostro.
El abogado lo está esperando con una serie de documentos, Hernán Guillem, es el abogado de la familia Clark desde hace muchos años, así que Chris había depositado toda su confianza en él.
-Muchacho ¿Pero en que lio te has metido?, casi que no logro negociar tu salida, tienes la ventaja que la chica está viva, de lo contrario estarías un montón de años en la cárcel.
- ¡Que felicidad que Sara este viva!, me alegra la noticia, si Hernán sé que cometí un grave error, pero yo no conducía el auto lo hacía un amigo, pero ella salió de la nada fue inevitable.
-Pero fue a ti a quien encontraron en la escena del accidente, la policía dijo que tu conducías. No hay pruebas de lo contrario.
-Cuando mi amigo la atropello, salimos huyendo del lugar, pero yo me devolví, sabía que no podía dejarla allí tirada o podría haber muerto.
-Pues ella está muy grave, tratamos de buscar en las bases de datos de la ciudad con su nombre, y su ADN, pero no es de aquí, posiblemente es de otra ciudad, y no tenemos ninguna información acerca de su familia.
-Lamento escuchar eso Hernán, ¿Entonces que debemos hacer?
-Pues no sabemos, yo logre hacer un acuerdo con el fiscal, debes pagar una fianza y tal vez una indemnización a la familia de la chica cuando aparezcan para cubrir sus gastos, respecto a ella, supongo la atenderán en el hospital.
-Pero estará sola mientras aparezca su familia, creo que eso no es bueno.
-No lo sé muchacho por ahora tenemos que irnos.
Chris sale del lugar junto a Hernán, no podía tener la conciencia tranquila de lo que podía pasar con aquella chica, estaba cautivado, tenia que buscar a su familia.
Han pasados los cuatro años restantes para que Sara cumpliera la condena que le habían impuesto por haber asesinado a aquel hombre, pero de no haber sido por eso, tal vez Chris no hubiera regresado a buscarla, no hubiera conocido a Claude, y aunque su sufrimiento fue largo y extenso, los últimos años la vida le habia recompensado todas sus lagrimas y su dolor, su gran familia se habia convertido en su aliciente, y ella aun visitaba la tumba de su madre, pues se sentía agradecida por haberle donado su corazón al hombre que ella amaba. Finalmente con Chris deciden que hay que irse de pueblo pequeño, a pesar de que allí habia tenido los años mas felices de su vida, no todo era color de rosa y aunque sufría pesadillas al recordar la casa abandonada donde compartió con Roberto y su madre, sentía miedo de que él nuevamente apareciera para hacerle la vida imposible, así que despues de tener su libertad deciden irse de pueblo pequeño, a una nueva ciudad, ni siquiera a la ciudad donde tuvo e
Cuatro años despues de que sara volvió a la cárcel, por fortuna y gracias al apoyo incondicional de Chris, la compañía de sus hijos, y la terapia que aun llevaba continuamente con Lorena, aunque no estaba feliz del todo, comenzaba a entender que en la vida no es todo como lo queremos, que se necesita sufrir, muchas veces para aprender de los errores, y otras veces para recibir las recompensas que la vida le tiene preparada para reparar todo ese sufrimiento.-Mi amor, que hermosa estas hoy, esa pancita te luce demasiado- Chris llega con muchos regalos al día de la visita de Sara-No me siento atractiva, siento que me veo muy gorda, además, sigo teniendo miedo sino me aprueban la casa por cárcel.-No te preocupes reina de mi corazón, tenemos al mejor abogado del mundo, ya hemos superado cuatro largos años, y así no te vea todos los días y no pueda despertar a tu lado, han sido los mejores cuatro años de mi vida, nunca habia podido disfrutar tanto del amor como lo hago en este momento co
Chris y Hernán no lograban convencer al juez de que se le fuera concedida casa por cárcel a Sara, ella debía seguir cumpliendo su condena en la cárcel cuando fuera confirmada su recuperación y de eso se encargaría el especialista del hospital en donde estaba actualmente recluida y era totalmente desconocido para ellos, además que debía ser transparente para dar un dictamen, en especial en el caso de sara que se trataba de una posible homicida.Los días iban pasando y las cosas se ponían más complicadas, la recuperación de Sara se hacía más notable y en su rostro ya no quedaba una sola pizca de esquizofrenia o de cualquier cosa mala que pudiera afectar su cabeza, pero el solo miedo de tener que volver a ese lugar que tanto la perjudico, la podía estar quebrando de nuevo, esa cárcel justamente esa cárcel, era el infierno en tierra para ella.Chris fue a visitarla, ya lo hacía más frecuente, con sus generosas donaciones a la directora loe permitía ir casi que a diario, eso habia fortalec
Han pasado ya tres meses en los que Lorena ha hecho un trabajo invaluable con Sara, las terapias se han convertido en su mejor aliado, en conjunto con los cuidados especiales que le ha dado Rosalía, aunque Sara no habia dicho una sola palabra, física y mentalmente ya estaba lista para ver a Chris, él estaba anhelando como nunca el momento de volverla a ver, se habia aferrado demasiado a los niños, así que eso no lo hizo caer nuevamente en el circulo de las ansias y el desespero.Lorena llega al día acordado del encuentro a hacer de igual manera la terapia con Sara, le habia hecho la petición especial a Rosalía, de que la vistiera mucho mejor ese día, le compraron ropa nueva y unos hermosos zapatos planos de brillantes, la habia peinado con una trenza que caía de lado de su hombro, su cabello habia recuperado vitalidad, y de esos cuarenta kilos, ya solo quedaba el recuerdo, ahora estaba casi en cincuenta, gracias a la comida y al ejercicio, sus mejillas habían recuperado su color rosa
Lorena llega nuevamente al hospital mental, esta vez estaba decidida a encarar a todo el que hiciera cosas en contra de la recuperación de Sara, en especial si habia alguna enfermera que no tuviera el más mínimo cuidado por ella, ella podría ser una antipática, pero no era una insensible.Esta esperando a Sara en el patio, cuando ve que la enfermera la trae nuevamente en la silla de ruedas, y la acomoda en la silla que esta al lado de ella, hoy por fin su m al hedor desapareció y lucía un poco mas aseada, no estaba tan perfecta como ella lo hubiera deseado, pero se confirmaba con el poco cambio que habia hecho por ella, así que empezó nuevamente con su terapia.-Sara, sé que me escuchas, porque sé que Sara Edwards siempre ha estado presente dentro de tu cuerpo y necesito que salgas a flote- Ella se hace detrás de Sara y le toma su cabello, a pesar de que la enfermera la baño, no la habia peinado, y este, seguía cayendo sobre su cara, tapándole toda la visibilidad hacia el exterior.Lo
Lorena llego imponente a pueblo pequeño, sus tacones retumbaban y su presencia hacia ego entre los lugareños, pues por allí era muy poco frecuente ver una mujer de su porte y de su altura, ella realmente era hermosa, y hasta el mismo Chris estaba consciente de eso, aunque ella le habia pedido que la dejara quedar en su casa, él no habia accedido, sentía que, por respeto a los niños, era mejor que ella estuviera distanciada.-Hola Lorena, gracias por venir-No me agradezcas nada, solo estoy esperando la confirmación de tu transferencia por parte de mi banco, bueno creo que debemos ponernos manos a la obra con Sara, ya es hora de que ella empiece a recuperar su cerebrito.-Bueno se que ya estas aquí, pero quiero pedirte por favor que no vayas a tomar las cosas personales con ella, solo quiero que la ayudes, que las cosas no hayan funcionado entre los dos, no quiere decir que ella haya sido la culpable- Lorena lo escucha y suelta una carcajada- ¡Eres un ridículo! ¿crees que estoy enamor
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