Me salvaste la vida
Me salvaste la vida
Por: LauraC
EL ACCIDENTE

Sara Edwards sale corriendo envuelta en llanto, su desespero es tan grande que ni siquiera es capaz de visibilizar a los lados de la avenida, las luces de un auto la sorprenden de un duro golpe, se escuchan rechinar las llantas de un auto.

- ¡Atropellamos a alguien!  ¿ahora que vamos a hacer? - Pregunta la mujer que va en la parte de atrás del auto.

- ¡Estamos en problemas, debemos largarnos de aquí inmediatamente! Dice el conductor...

- Salió de la nada, nos tenemos que quedar por favor, tenemos que ayudarle- Dice Chris Clark, con una angustia inminente por lo que acaba de pasar, el va como  copiloto del auto que acaba de atropellar a Sara.

- ¿Estás loco?, por supuesto que nos vamos, yo no quiero estar envuelta en líos legales, mi madre me mataría, mi esposo me dejaría, hazte responsable tú, acelera Kenny por favor- Dice la mujer presionando con su mano al conductor

-Lo siento amigo, estamos ebrios, podríamos ir a la cárcel, tenemos que irnos.

- ¿Pero que carajos?, no podemos irnos, tenemos que ayudar a esa persona – Chris golpea fuertemente la parte de adelante del copiloto, mientras que la ira lo invade por la reacción de sus dos amigos. A pesar de ser un hombre con su estilo de vida, no era un insensible, la sola idea de haber matado a alguien e irse de  allí sin hacer nada no lo dejaría vivir en paz.

Chris Clark, un joven millonario de veinticinco años, hijo de una de las mejores familias de la ciudad, un hombre no tal alto, pero con cuerpo envidiable, ya que solo se dedicaba a cuidar de él, su presencia era lo más importante, tenía cabello rubio liso, con unos ojos amarillos color miel y una piel nívea. Conocido en su círculo social por la forma en que derrochaba su dinero, la generosidad con sus amigos y sobre todo el sin fin de mujeres que habían pasado por su cuarto, era el soltero más cotizado de la ciudad. Tanto por su físico, como por sus millones.

A pesar de que sus padres lo habían obligado a terminar una carrera en la universidad, para Chris nunca fue importante trabajar, tenía un buen botín en banco a causa de la herencia que le había dejado su abuela y unos negocios que le daban para tener una vida de ensueños sin ni siquiera mover un dedo. Derrochar dinero era su única labor.

El carro acelera, dejando a la mujer tirada en el piso, abandonada a la suerte de lo que le haya pasado.

- Ken no pudiste dejarla tirada ahí, igual las cámaras de seguridad registran las placas del auto, vamos a tener un problema peor- Dice Chris angustiado

- ¿Y qué quieres que hagamos? Esa persona salió de la nada, todos vamos super ebrios, la policía nos pondrá en la cárcel al menos unos treinta años.

- ¿Y si está muerta?

- ¡Mira Chris, coge el maldito auto y lárgate!!, ve ayúdale, yo me iré a casa- Ken frena el auto, saliendo del lugar del conductor.

La mujer que va en la parte de atrás hace lo mismo que el, ambos salen corriendo del lugar, Chris toma el volante y rápidamente regresa al sitio del accidente, y allí esta todavía.

Se baja del auto rápidamente y se da cuenta que se trata de una joven mujer, una como de su edad, esta inconsciente, parece muerta, Chris se toma la cabeza con ambas manos y entra en estado de desespero, no podía creer que le hubieran hecho daño a una joven mujer por su irresponsabilidad, así que decide llamar a emergencias y pedir ayuda.

Mientras la ambulancia llega, Chris trata de buscar si la mujer tiene algún bolso con sus documentos, o tiene alguna tarjeta que la pueda identificar, pero ella no lleva nada, solo un uniforme blanco, parecía ser enfermera, en el bolsillo de su pecho lleva una placa con su nombre en mayúsculas SARA EDWARDS, pero no hay nada más que pueda identificarla.

Al poco tiempo llega la ambulancia y la policía, rápidamente se llevan a Sara a un hospital y Chris queda a disposición de la policía.

-Vaya, pero si es el señor Clark de nuevo- Le dice el policía a Chris- Pero esta vez si se le fueron las luces, atropellar a alguien no es causa de una simple sanción, estas en serios problemas Clark.

-Lo se Román, pero yo no fui quien la atropello en realidad, yo solo me devolví porque quería ayudarla

-Si, si no fuiste tu ¿entonces quien fue?, Román lo mira con cara de incredulidad

-Pues…- Chris duda en delatar a su amigo

-Lo siento, ya eres un hombre demasiado mayor para que me salgas con esto, estas detenido, puedes hablar con tu abogado, ahora pon tus manos detrás de la espalda, a partir de ahora estarás bajo nuestra custodia.

Chris resignado deja que le pongan las esposas mientras que sus pensamientos se nublan por su futuro y en especial por aquella mujer, debía averiguar qué pasaría con ella, si su familia se pondría al tanto de la situación, quería ayudarla.

Haber visto el rostro de Sara le había causado una sensibilidad que no podía dejar de pensar que el y sus amigos le habían hecho daño a esa joven mujer.

Chris Clark, el joven millonario está encerrado en una pequeña y fría celda de la estación de policía de su ciudad, no deja de pensar en Sara, aquella joven de cabello oscuro, piel trigueña y muy sencillo físico, no es como las mujeres que lo rodean, es una mujer natural, de un bello rostro, por lo que hace suponer que debe tener una bella sonrisa, pero Chris no sabe si tendrá la suerte de conocerla algún día.

-Muchacho levántate, el abogado ha hecho un acuerdo con el fiscal, estas libre- Dice Román mientras abre las rejas de la celda

- ¿Es en serio?, gracias de verdad- Dice Chris con una cara bastante desalentada

-Pero debes hablar con tu abogado y firmar unos documentos, de lo contrario te quedaras aquí mucho tiempo.

-Lo que sea necesario Román, lo único que quiero es salir de aquí- Chris sale directo a buscar su abogado, una pequeña sonrisa había iluminado su rostro.

El abogado lo está esperando con una serie de documentos, Hernán Guillem, es el abogado de la familia Clark desde hace muchos años, así que Chris había depositado toda su confianza en él.

-Muchacho ¿Pero en que lio te has metido?, casi que no logro negociar tu salida, tienes la ventaja que la chica está viva, de lo contrario estarías un montón de años en la cárcel.

- ¡Que felicidad que Sara este viva!, me alegra la noticia, si Hernán sé que cometí un grave error, pero yo no conducía el auto lo hacía un amigo, pero ella salió de la nada fue inevitable.

-Pero fue a ti a quien encontraron en la escena del accidente, la policía dijo que tu conducías. No hay pruebas de lo contrario.

-Cuando mi amigo la atropello, salimos huyendo del lugar, pero yo me devolví, sabía que no podía dejarla allí tirada o podría haber muerto.

-Pues ella está muy grave, tratamos de buscar en las bases de datos de la ciudad con su nombre, y su ADN, pero no es de aquí, posiblemente es de otra ciudad, y no tenemos ninguna información acerca de su familia.

-Lamento escuchar eso Hernán, ¿Entonces que debemos hacer?

-Pues no sabemos, yo logre hacer un acuerdo con el fiscal, debes pagar una fianza y tal vez una indemnización a la familia de la chica cuando aparezcan para cubrir sus gastos, respecto a ella, supongo la atenderán en el hospital.

-Pero estará sola mientras aparezca su familia, creo que eso no es bueno.

-No lo sé muchacho por ahora tenemos que irnos.

Chris sale del lugar junto a Hernán, no podía tener la conciencia tranquila de lo que podía pasar con aquella chica, estaba cautivado, tenia que buscar a su familia.

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