Cada día que pasaba sentía que más me alejaba de Amanda, pero solo quería protegerla. No sabía qué más hacer. Por otro lado, la presión que tenía para escribir el libro. Todo me estaba agobiando.

Pasaron algunos días y había logrado escribir un borrador de 15 capítulos. Todos de Amanda.

Debía ir a la editorial a ver a Matt y entregarle el borrador. No sabía si le iba a gustar, pero por lo menos me daría algo de tiempo. Imprimí dos, para darle uno a Angie y le escribí para vernos en la oficina de Matt.

Llegué a la editorial y mientras esperaba el elevador, Angie llegó.

―Hola―dijo sonriéndome tímidamente y le respondí de la misma manera. El elevador se abrió y era un poco incomodo estar en ese pequeño espacio con ella y más al saber de sus sentimientos―. Me estoy divorciando―dijo de pronto cuando casi llegábamos al piso correspondiente.

―Lo lamento―dije con seriedad intentando verla a los ojos―. ¿Fue por…? ―pregunté recordando nuestro beso.

―No, no tiene nada que ver… Ya no éramos felice