Aunque Fabián ya no estaba en mi vida, lo único que me hacía feliz era la pastelería. Ese lugar en el cual me sentía segura y realizada. Sin embargo, que Sergio me exigiera dejar todo para estar enfocada en el Luxury fue realmente duro de aceptar.
No tenía opción.
Volví con Alison a la pastelería a buscar algunas cosas, a despedirme de ese sueño, por lo menos por un tiempo. Mientras estaba cerrando nuevamente, sentí a mi alrededor un olor muy fuerte. Observé hacia adentro y de pronto, lo que parecía ser una parte de mi sueño, se convirtió en fuego, en un parpadeo.
No entendía qué estaba pasando.
De pronto, en medio de una extraña confusión, las sirenas de los bomberos me aturdían, y al mismo tiempo no podía evitar observar cómo las llamas se llevaban todo lo que había construido. En medio del llan