EPÍLOGO 2
Katrina
La ceremonia de ascensión de la nueva Luna y el Alfa dio paso a un banquete colmado de comida, risas y música y, sinceramente, eso era justo lo que necesitaba después de jornadas de trabajo agotadoras.
Después de unas copas de más, mis ojos encontraron un punto fijo en la sala: él. Ese hombre lobo tenía algo que no me dejaba apartar la mirada. Su cuerpo era imponente, con una espalda amplia y una cintura firme que se afinaba en unas piernas fuertes, capaces de destrozar a cualquiera en combate… Pero he de admitir que lo que más me gusta son sus ojos rasgados de color avellana.
Aria, la nueva Luna de la manada Luna Menguante, me dice algo gracioso y consigo soltar una carcajada, apartando la vista de él por un momento. Quizá sea lo mejor, porque ya estaba empezando a notarse demasiado que me gusta.
Pero claro… justo cuando salimos a la pista de baile, mis ojos vuelven a buscarlo. Ahí está, apoyado en la barra, charlando con otros hombres lobo de algo que seguramente s