Ecos de mentiras (4ta. Parte)
El mismo día
New York
Bobby
—¿De qué hablan? ¿Por qué se quedaron callados? —pregunta, la voz clara y directa—. ¿Qué me escondes, Bobby?
Me quedo inmóvil, con el corazón latiendo con fuerza, sin saber si escuchó nuestra conversación o solo captó fragmentos. Matthew cruza los brazos, Kelly mantiene la sonrisa, pero sus ojos delatan la tensión del momento.
Isabella, ajena a todo, sigue disfrutando su tarta, mientras yo siento que la incertidumbre se cierne sobre mí como un peso imposible de ignorar. Todo queda suspendido, con la sensación de que cualquier palabra podría cambiarlo todo.
¡Diablos! Yo… me quedo paralizado. Siento que me han descubierto, como un niño sorprendido en plena travesura. El corazón golpea tan fuerte que temo que todos lo escuchen.
Kelly reacciona rápido.
—Violet… voy a confesar el crimen de mi hermano —dice con un tono juguetón, tomándome del brazo—. Lo que pasa es que este tonto nos preguntaba cómo sorprenderte para tu cumpleaños.
—¿Mi cumpleaños? —responde Viol