Ecos de mentiras (3era. Parte)
El mismo día
New York
Bobby
Dicen que basta un segundo para alterar tu vida, porque en ese instante todo puede derrumbarse como fichas de dominó o cambiar de rumbo sin previo aviso. Ese es el problema: no saber cómo afrontar lo que desconocemos. La única certeza es que caminamos sobre un delgado hilo que puede romperse si tiramos demasiado fuerte. Entonces, la sensatez debería primar antes de actuar por impulso… aunque, siendo sinceros, eso es casi imposible. No es un milagro, pero se le parece.
Y conocer a la hija de Violet tambaleó mi mundo. Esa pequeñita me provocó un golpe seco en el pecho, como si me hubieran quitado el aire. En cuestión de segundos, una avalancha de sensaciones se me vino encima: dudas que me taladraban la cabeza, miedos que me helaban por dentro, confusión que me nublaba… y, contra todo pronóstico, esperanza. Todo mezclado, como un caos que apenas lograba sobrellevar sobre la marcha.
Su carita, sus gestos, esa forma de mirarme… no podía sacarme de la cabeza la