Capítulo 11 Así que... esta era su verdadero yo
—Ahora mismo, Silvina es un verdadero tesoro para nosotros en la familia Muñoz —añadió la señora Muñoz con orgullo—.
No importa si el bebé es niño o niña, será el heredero legítimo del Grupo Familiar Muñoz.
Con esa frase, selló de forma indiscutible el estatus de Silvina en su familia.
Y también obligó a la abuela Torres a tragarse las palabras que ya tenía a punto de soltar.
El rostro de la abuela Torres se tiñó de vergüenza ardiente.
Apenas el día anterior, ella había acusado a Silvina de no ser capaz de embarazarse de un hombre rico... y ahora la vida le devolvía la bofetada con creces.
Tragó saliva y preguntó con cautela:
—Entonces, señora, ¿su visita de hoy se debe a...?
La señora Muñoz no perdió tiempo en rodeos y fue directo al grano:
—Mi nieto Leonel y su nieta Silvina han compartido un profundo afecto, y el cielo nos ha bendecido con un nuevo miembro para nuestra familia, la cuarta generación del Grupo Muñoz.
Ya que ambos desean estar juntos, yo no me opongo.
Hoy he traído la