Me levanto porque no quiero discutir con él, suficiente tengo con el dolor de cabeza que tengo ahora, pero, Maximiliano no se levanta y me preocupa que quede en esa posición durante mucho tiempo, solo porque él es obstinado y terco.
— Levántate.— No puedo hacerlo, te he fallado, les he fallado.— Si te quedas arrodillado por mucho tiempo y vienen a atacarnos, no solo tendrás tu mano dominante herida, si no que, tus piernas no podrán responder con la rapidez que se acostumbra, así que, tu hija y yo estaremos en peligro, ¿es eso lo que deseas?— No, no lo deseo. — dice él y los chicos lo ayudan a levantarse.— Quiero que comprendas que no te estoy amenazando con la bebé, lo que hago es que analices que quieres para tu hija, porque si realmente la amas como lo has demostrado hasta ahora, buscarás tener la mejor versión de ti con el fin de que