No puedo describir la felicidad que siento en estos momentos y por ello, lo primero que hago es abrazar a mi esposo para llorar y después corro hacia mi hermana que me observa extraño.
— Mi querida hermana está aquí, ¿cómo estás? ¿Me has extrañado? — pregunto llorando pero mi hermana apenas me deja que levemente la abrace cuando me empuja
— ¿Dónde está? — pregunta mi hermana mirando mi cuerpo.
— ¿Te refieres a la bebé en mi vientre?
— Sí, ¿dónde está mi sobrina? ¿Acaso la perdiste? ¿Hiciste chichi y se te fue? — pregunta mi hermana y yo no pude evitar reírme.
— La bebé ya creció y está con nosotros. — digo pero mi hermana me observa como si estuviera mintiéndole.
Así que, sabiendo que no la haré cambiar de opinión sin mostrarle a la bebé, lo que hago es tomar su mano y llevarla hasta donde se encuentra mi esposo con mi hija.
— Ella es la bebé que crecía en mi vientre, ya ha nacido.
— Hola, mi pequeña ternura, ¿cómo estás? — saluda Maximiliano pero mi hermana está concentrada e