Su mirada amenazante me dice que no está interesado en dejarme ir con vida y yo no quiero morir, aun no quiero dejar este mundo cuando no he arreglado las cosas para mi hermana y no he ido al cementerio a pedirle disculpas a mis padres por no cuidar de mi hermana más.
Tengo muchas cosas que hacer, aun no estoy lista para dejar este mundo y no me parece justo que deba hacerlo cuando yo no le hago mal a otras personas… no es justo.
— Eres un maldito bastardo.
— Sí, eso soy. Pero, dime jefe bastardo. Me ha costado mucho ser el jefe para que no lo menciones, querida.
— ¿Crees que es momento de bromear?
— También muestra el respeto que me tienes, así que, hablo en serio con eso de llamarme jefe cuando vas a insultarme.
— No me hagas esto, Maximiliano. No me condenes a vivir mis últimos meses de vida en peligrosos donde tu propia gente te traiciona.
— Eso es algo que arreglaré, pero, querida, no podrás marcharte. Tú fuiste un pequeño pájaro que tuvo la desgracia de posarse en mi ventana y y