Dos días después
Todo ha pasado increíblemente, mi esposa ha tenido energía para cada una de las cosas que hemos estado realizando, por eso, ha podido jugar con la bebé, hemos hecho comida juntos o cuando estamos cansados, solamente nos sentamos a disfrutar de la vida.Sin duda, esta no es la vida que va acorde a mi rol como jefe de la mafia, pero me encanta disfrutar de esta tranquilidad. La paz que me proporciona mi esposa y mi hija no se compara con otros logros.Pero, como todo las cosas llegan a su fin y por eso, ahora hay mucho caos en casa. Mi esposa no deja de moverse de un lado al otro intentando encontrar todo lo que necesita.— No puedo olvidar la cobija de la bebé. Esa es su favorita.— Te equivocas, amor, es tu favorita. — respondo y ella niega.— Con esa cobija la bebé duerme por más tiempo y se ve más cómoda.— Está bien, si la