Decir que estoy molesto es poco si debo describir lo que siento en estos momentos, pero no le doy importancia en describir y simplemente agarro mi arma favorita para perforar el brazo de uno de ellos.
— ¿Son conscientes que me encanta mucho esta herramienta de trabajo? Es como una grapadora pero sus grapas son tan grandes que perforan como si fueran unos clavos y se expanden en el interior del cuerpo para causar mucho más dolor.— Jefe…— Pudieron olvidar limpiar el suelo, el papel de baño, la ropa o cualquier otra tontería, pero, ¿realmente creen ustedes que yo voy a pasar por alto que casi muero gracias a su descuido?— Le aseguraremos que no volverá a ocurrir. — dice Yeidar.— ¿Por qué debería confiar en ustedes si ya me han decepcionado? — pregunto mientras veo cómo los bastardos que se atrevieron a herirme poco a poco despiertan.S