Decir que estoy molesto es poco si debo describir lo que siento en estos momentos, pero no le doy importancia en describir y simplemente agarro mi arma favorita para perforar el brazo de uno de ellos.
— ¿Son conscientes que me encanta mucho esta herramienta de trabajo? Es como una grapadora pero sus grapas son tan grandes que perforan como si fueran unos clavos y se expanden en el interior del cuerpo para causar mucho más dolor.— Jefe…— Pudieron olvidar limpiar el suelo, el papel de baño, la ropa o cualquier otra tontería, pero, ¿realmente creen ustedes que yo voy a pasar por alto que casi muero gracias a su descuido?— Le aseguraremos que no volverá a ocurrir. — dice Yeidar.— ¿Por qué debería confiar en ustedes si ya me han decepcionado? — pregunto mientras veo cómo los bastardos que se atrevieron a herirme poco a poco despiertan.S(Precaución, tiene escenas de violencia)Sin dudarlo un solo momento, me quito la ropa llena de sangre y otros fluidos, me doy una ducha larga y me pongo ropa cómoda y debidamente limpia para poder ir hasta donde se encuentran las personas más importantes de mi vida.‘Esperen un poco más, ya voy en camino.’ Me digo mentalmente.Rápidamente, salgo del matadero rumbo a uno de los autos que mis escoltas revisan minuciosamente para confirmar que no hay bombas u otros elementos que puedan atentar contra mi vida.— Todo está en perfectas condiciones, jefe. — dice uno de los idiotas que ni siquiera prestó atención sobre quien puede ser.— Espero que lo que sucedió el día de hoy no se repita. Porque les puedo asegurar que no los voy a torturar como los idiotas de hoy, si no que voy a darles tantos motivos para desear la muerte, pero yo no me voy a comparecer de ustede
La noticia me cae como un balde de agua fría, porque aunque sé perfectamente que esto podría suceder, no puedo evitar estremecerme al solo escuchar las dos palabras que tanto temor le causan a mi esposa: cuidados paliativos.‘Mi esposa no puede morir aún. Esto no puede ser posible’ me digo mentalmente sintiendo que en cualquier momento voy a morir.— Dime que es mentira.— Es la tercera vez que sucede esto desde la última vez que llamaste, Maximiliano. Por mucho que ella no lo desee, no podemos ignorar que es más de lo que ella puede tolerar. — dice mi padre y yo siento como toda mi alegría cae al suelo.— Oh, maldita sea.— Debo calmar a la bebé, así que, intenta venir lo más pronto posible, tu familia te necesita. — dice mi padre y de inmediato cuelga antes de que yo le dé una respuesta.Realmente siento que en cualquier momento
Ni siquiera espero que trasladen a mi esposa a la habitación que le va a corresponder cuando me dirijo hacia los hombres que de inmediato entienden lo que quiero pedirles.— Díganos qué es lo que desea que traigamos y nosotros no dudaremos en movernos rápido para que la jefa se encuentre cómoda. — dice Kevin.— Tráiganle todas las cobijas que a ella le guste, también ayúdenme a encontrar una diseñadora de interiores para poder decorar toda la habitación de tal manera que ella no crea que estamos en el hospital.— Tampoco se les puede olvidar la cuna de la bebé y los juguetes que ella podría utilizar para entretenerse. — dice mi padre y yo de inmediato chasqueo los dedos en señal de estar de acuerdo con él.— Es verdad, traigan todo lo que mis chicas prefieran para que ellas se sientan bien. — ordenó y ellos de inmediat
Tres semanas despuésMe he esforzado porque todo mi trabajo se puede realizar de manera remota y cuando es necesaria mi presencia, envió a mi padre porque yo no pienso alejarme de mi esposa ni hija por ahora.En el olvido hemos dejado todas las discusiones e inseguridades que nos llevaron a cometer graves errores y ahora nos enfrentamos a un nuevo problema o quizás uno antiguo que no nos estaba afectando tanto como ahora: los efectos de los tumores en la cabeza de mi esposa.Hay días en los que se despierta como si estuviera perfectamente, es capaz incluso de jugar con la bebé durante tanto tiempo que la niña se duerme y mi esposa sigue con energía, pero hay otros días en los que no es capaz ni siquiera de levantar la cuchara con la que va a comer.— ¿Cómo te sientes hoy, señora Barack? — pregunta un doctor.— No me siento con energía para hablar.&ique
Con lo que ha dicho Axael, yo siento que mi mente ha explotado, pero, con ella no pasa lo mismo, porque la muy descarada después de lanzar esta bomba, se acomoda y se gira para colocar su trasero a simple vista.— ¿Cómo puedes ser tan cruel conmigo? Esto no es justo. — susurro completamente afectado.— ¿Qué no es justo? — pregunta mi padre.— Necesito una ducha o no podré pensar con claridad.— Deja de ser un pervertido, tu esposa no puede atenderte ahora. — dice mi padre negando mientras trae el computador.Así que, de inmediato agarro el computador para no pensar en lo que acaba de decirme mi esposa, pero, mi desespero es tan grande que mi padre me observa extraño.— ¿Estás enfermo, hijo? — pregunta mi padre.— No, pero, mi esposa va a enfermarme, me convertirá en un perfecto pervertido.— Concé
Aunque parece que mi padre quería discutir por esta tontería, apenas ve que mi esposa ha estado despierta escuchando todo, se queda en silencio.— Mi esposo tiene experiencia en esto suegro, yo confío en su criterio para decidir qué es lo bueno o malo para nosotros. Así que, espero mucho que también confíe en su hijo.— Como digas, Axael. — dice mi padre que nunca se niega a algo que mi esposa dice.— Algo que quiero que tenga presente es que no quiero imponer mi deseo por encima del de ustedes porque ambos tienen la experiencia en este mundo que yo no quiero aprender.>> Pero, siendo honesta con ustedes, me parece muy tonto e innecesario que mi esposo tenga que correr solamente porque unos adultos no saben comportarse como personas racionales. Porque el hecho de que sean mafiosos no quiere decir que todo lo deben resolver con violencia.Mi padre asiente de acuerdo y no me vuelve
Axael poco a poco mejora, deja de vomitar, le da el alimento a Eloise y duerme durante menos tiempo, por lo que, tenemos energía para hablar de todos los lugares que podríamos visitar apenas sea posible marcharnos.También, hablamos de las comidas exquisitas que podríamos obtener teniendo una vista maravillosa. Mi padre y los chicos juegan con la bebé e incluso colocamos un tapete didáctico en el suelo previamente aseado, para que Eloise disfrute de la estimulación que cada uno de nosotros tenemos para mostrarle.Se supone que estamos en un hospital, pero, en esta habitación parece que nos encontramos en un hotel agradable y por eso, son las dos de la mañana cuando Eloise se duerme.— Creo que estamos malcriándola. — dice Axael.— De eso no tengo dudas, pero, lo merece, ¿no es así? Las dos lucharon mucho para mantenerse aquí, así que, merecen ser co
Como todo hombre que está por perder el control comienzo a recitar en mi mente el credo, el ave María, el padre nuestro y todas las oraciones que de memoria me sé. Pero, ni siquiera eso puede calmarme.‘Axael tiene demasiado poder sobre mí.’ Me digo mentalmente angustiado.Ella lo sabe y por eso, me tortura tocando mi miembro lentamente, pero aunque ese no es el ritmo que yo acostumbro a utilizar para tocarme mi polla responde colocándose tan dura cómo es posible.— Vaya, sí que rebota. Menos mal y no estaba tan cerca o me hubieses sacado un ojo con ese rifle. — dice Axael y yo me ruborizo.— Vas a matarme. — susurro y eso le complace a Axael.— Si es de placer, no creo que haya alguna objeción de tu parte, ¿no es así? — pregunta Axael como si no supiera que estoy en sus manos, que siempre lo estoy.— Incluso si me matas atravesand