(Advertencia: hay una escena descrita de violencia)
El pánico me recorre al pensar en todo el daño que le puede causar a mi esposa, pero, Axael piensa tan rápido y tiene una puntería tan buena que lanza el martillo golpeando la nariz de Amelia.
— ¡Mierda! — grita ella mientras sale sangre de su nariz, pero, el peligro que era para Axael, ha desaparecido porque mi esposa corre hacia mí.
— ¡¿Estás bien?!
— No sabía que eso podría suceder, pero, me alegra reaccionar rápido. — dice ella mientras los chicos forcejean para inmovilizarla.
Pero, la mujer da mucha pelea y los chicos deben pegarle en su estómago para que deje de ser un maldito problema.
— Lamento no haberte cuidado como correspondía. Debí estar más atento a ti. — digo angustiado.
— Tranquilo, esto no va a romperme. Además, como te disté cuenta supe manejar la situación perfectamente.
— No me importa, lo mejor es que no te acerques a ella hasta que esté encadenada, debemos prevenir antes que lamentar. — digo preocupado m