Capítulo 75. Sin escapatoria.
En la villa de Alicia, Guillermo comenzaba a despertar de su delirio febril. Abrió los ojos lentamente, encontrándose con la mirada preocupada de Stella.
—¿Dónde... dónde estoy? —murmuró confundido.
—Shh, tranquilo —respondió Stella, colocando una mano en su frente—. Estás en mi habitación. Te encontramos inconsciente en el jardín.
Los recuerdos comenzaron a inundar la mente de Guillermo. Había venido a buscarla, a explicarle todo.
—Stella, yo... —comenzó a decir, pero ella lo interrumpió.
—Ahora no, Guillermo. Necesitas descansar.
Él negó con la cabeza, incorporándose con dificultad.
—No… necesito que me escuches, por favor. Vine a explicarte que no tengo nada amoroso con Andrea, ella es parte de mi pasado. La rechacé y le dije que no puedo estar con ella… porque te amo a ti, Stella.
Ella sintió que su corazón se aceleraba. Quería creerle, pero el miedo a salir lastimada de nuevo la paralizaba.
—¿Qué estás diciendo? —susurró.
—La verdad, Stella. Te amo. Siempre has sido tú.
Las lágri