Mundo ficciónIniciar sesiónLas palabras de Mara resonaron en la cabaña mucho después de que se hubiera marchado. "Mostradles a todos que ya sois uno". La advertencia era clara como el cristal.
Darius cerró la puerta con más fuerza de la necesaria, la madera retumbó en la quietud. Se quedó de espaldas a ella, sus hombros anchos y tensos. Elizabet miró los dos lechos de pieles separados que les habían preparado. Una distancia deliberada. Un mensaje.
"Tenía razón", dijo Elizabet en voz baja.
Darius se giró, sus ojos azules eran dos pozos de oscuridad a la luz del fuego. "¿En qué?".
"En todo", respondió ella. "Pero sobre todo en eso". Su mirada se posó significativamente en los dos lechos. "No podemos mostrarles ninguna duda. Ninguna separación".
Sin esperar su respuesta, Elizabet se levantó. Cogió las suaves pieles de su lecho asignado y, con un movimien







