81. Me odia
—Si la castigas sin saber la verdad, vas a destruir algo más que tu manada. Vas a destruirte a ti mismo, por más que te esfuerces por ocultarlo sabes la verdad.
Eryx lo miró largo rato con los músculos tensos, la respiración irregular. En su mente solo había caos y la imagen de Lana temblando, el cadáver del Sigma, las voces exigiendo justicia.
Caius suspiró.
—No puedes decidir nada ahora. No mientras tu lobo esté fuera de control.
—No me digas cómo actuar, Caius —gruñó irritado Eryx—. Soy el maldito Alfa.
—Sí y aparte de ser tu Beta, soy tu amigo. El que se ha dado cuenta lo que sientes por ella.
Antes de que el Alfa pudiera negar sus sentimientos, Caius se dio la vuelta y salió del lugar dejándolo solo.
La manada pediría sangre por el pago de la traición.
Y él solo quería verla viva.
"¿Cómo puedo protegerla sin que todos me vean como un traidor?"
Esa pregunta no lo dejaba respirar.
Tenía una responsabilidad, su manada.
A pesar de ser brutal, él nunca había sido irracional