El mensaje llegó al amanecer, cuando la mayoría de los vampiros se retiraban a descansar. Un sobre negro sellado con cera roja, depositado en la entrada principal de la mansión Draeven. El vampiro que lo encontró lo llevó inmediatamente a Lucien, quien lo abrió con expresión impasible mientras Adriana observaba desde el otro lado de la habitación.
La nota contenía solo cinco palabras escritas con lo que parecía ser sangre seca: "La mestiza morirá esta noche".
Adriana sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral cuando Lucien le mostró el mensaje. No era la primera amenaza que recibía, pero había algo en la simplicidad brutal de aquellas palabras que la perturbó profundamente.
—¿Quién lo envía? —preguntó, intentando que su voz no temblara.
Lucien acercó el papel a su nariz