Mis sobrinos y Alicia habían salido de la sala, y la tensión en el ambiente, lejos de mejorar empeoró al instante, la llegada de Catalina, lejos de ser un buen presagio fue un detonante.

Había entrado en el salón con ese aire de superioridad que le caracterizaba y de repente, el ambiente se cargó de una electricidad inquietante. Cada mirada parecía decir sin palabras que algo estaba a punto de quebrarse. Yo me encontraba en un rincón, con el corazón acelerado, sintiendo que aquello era mucho más que una simple visita.

Era la ex-novia de mi hermano mayor y como esta era una reunión familiar, era una falta total que estuviera aquí. Bueno, lo sería si mis padres sintieran la más mínima muestra de respeto por Agnes que permanecía inmóvil bajo la mirada exigente de mi madre.

Ella la observaba esbozando una hipócrita sonrisa apenas disimulada, mientras sus ojos recorrían el salón hasta posarse en Catalina. Insinuando, quizás que ella sí merecía estar al lado de Oliver.

En ese instante, el