Ya en casa, después de buscar a Erik, estamos los tres con las cervezas; yo en mi mundo y Erik le está mostrando las fotos a Ian, ya que este se empeñó en que quería verlas porque quiere conocer más ese país. Mentiroso; Como es la primera vez que Erik trae fotos, él solo quiere fisgonear.
-Guau. ¡¿Quién es esa muñeca?! –grita Ian, haciéndome sobresaltar.
—Nadie —responde Erik, rápidamente.
— ¿Cómo que nadie?, es la mujer más hermosa que he visto; tu novia es muy hermosa, no me malinterpretes, pero esta mujer te saca el aliento —exagera, como siempre.
—A ti, todas te sacan el aliento —espeta Erik. ¿Por qué está tan enojado con el comentario de Ian, si no habla de Sole?
—Ya, en serio, ¿quién es? —vuelve a preguntarme primo, pero esta vez sin una pisca de gracia.
—Es una amiga de mi novia —responde de forma autómata.
— ¿Cómo se llama? —quiere saber; Entonces, Erik corre la vista de su portátil desviándola hacia mí.
—Lina —dice suspirando.
Yo quedo paralizado en el lugar, con un océano en tempestad sobre mi cabeza; me apresuro a ver la foto, y sí, es ella, está hermosa; con un top que decía "vuelve a la fila, chico" y unos jeans cortos, está sobre Sole, ambas tiradas en un sofá, riendo. Cómo me gusta su sonrisa.
—Es hermosa, ¿verdad primo? —canturrea Ian, y casi que lo golpeo, sin embargo, lo ignoro y sigo pasando las fotos, mientras Erik resopla; ahí está ella otra vez, en un restaurante, creo que es un restaurante, con Sole y una niña.
—Esa es su hija? —le pregunto a Erik sin mirarlo.
-Si.
—Es muy hermosa, son muy parecidas —hablo admirándola.
—Sí, lo es; son parecidos por fuera, y te diría que por dentro también. Tiene ese mismo carácter peleador, y también se pone roja como Lina cuando se enoja —comenta; es la primera vez que me habla de ella y de su hija.
—¿En serio? —lo miro sorprendido. Él sólo asiente sonriendo, como si recordara algún acontecimiento. Sigo pasando las fotos, se las vio con dos chicos más y otras personas de ese restaurante—. ¿De quién es ese restaurante? —Habían varias fotos en ese lugar, algunas con gente que trabaja allí, que parecían amigos.
—De Lina.
—De Lina —repito en voz baja.
—Sí, y Sole trabaja con ella; lo pusieron después que volvieron de Alemania —aclara.
—Los que trabajan para ella parecen ser todos amigos —interviene Ian.
—No lo hijo; es decir, ella los conoció en la entrevista de trabajo, pero los trata como si fueran amigos, o conocidos, no como empleados. Tienen una relación muy buena en ese lugar, siempre están ayudándose los unos a los otros —le explica. Ian no supo qué decir a eso; gracias a Dios, porque siempre sale con algún borde.
Después estaba ella de nuevo, pero con un chico. Alto, fornido, pelo rubio, ojos azules; él la está alzando, sus manos la están aferrando fuertemente a su cuerpo, ya me estoy poniendo furioso. ¿Quién carajo es?
— ¿Quién es ese? No me digas que tiene pareja —interroga a Ian, salvándome de hablar y sonar como un idiota.
—Él es Lucas, su mejor amigo —indica Erik.
—Mejor amigo mis calzones —espeta mi primo, y por esta vez, estoy con él.
—Son amigos de verdad; él es como su hermano mayor, y es súper protector con ella —aclara intencionalmente.
Un profundo alivio vino a mí y suspiré ruidosamente, lo que hizo ganarme las miradas de ellos. Ahora que recuerdo, ella me había hablado de un tal Lucas, me había contado que es su mejor amigo.
—Alex, quizás no deberías seguir mirando sí...
—No sigas, Erik, estoy bien.
—Esperan. ¿Qué está pasando? —Intercepta a Ian.
—Nada —contestamos al unísono con Erik.
—No me tomen por idiota, ¿qué pasa? ...Alex, conoces a esa chica, ¿verdad?
-Si.
—No me digas que la dejaste escapar. ¿Semejante monumento, y la dejaste ir? ¡Auch! —gruñe de arrepentimiento. Erik le regaló un codazo en las costillas.
—Está bien, Erik, yo sé que lo hice mal —dicho eso, me voy a buscar una cerveza.
Tengo que sacarme a esa mujer de la cabeza, mar como mar. Dios, ¿cómo carajos voy a hacer?; encima, ahora, Ian sabe sobre ella y me va a atormentar hasta que encuentre otra que la haga olvidar a Lina. Bueno, eso no es mucho tiempo tampoco; Tiene mala memoria para las mujeres.
—¿Estás bien? —escucho a mis espaldas.
—Sí, solo cansado; Fue un día largo hoy.
—Alex, creo que deberías... no sé, sacarte de la cabeza a Lina de una vez —dice.
—¿Por qué dices eso? ¿Qué sabes? —índago, ansioso.
—Tranquilo, no sé nada; solo lo digo porque, como no vas a viajar para estar con ella, y ella tampoco lo va a hacer, deberías dejar de martirizarte y tratar de seguir.
—Ella... ¿Ella está con...alguien? —pregunto, vacilando.
—No que yo esté enterado, no está con nadie —responde, y yo respiro.
—Gracias —hablo a nadie en especial; No sé a quién ni porqué, pero tenía ganas de dar las gracias.
—No pasa nada; igual, pienso que deberías estar con una mujer de aquí, y sin problemas, como te gusta a ti —aconseja, y entiendo perfectamente por qué lo dice; soy del tipo que tiene cero preocupación, cero drama, si no va, no va; un idiota, en menos palabras—. ¿Y qué pasó con Rachel? —pregunta al fin.
—No, ella no; está divorciándose y no tiene dinero, y...
—Divorciada, o sea que... ¿se casó? —pregunta atónito.
—Sí, así parece; pero bueno, la cosa es que voy a tener problemas con ella —enuncio.
—¿Por qué?
Le conté todo lo que pasó con Rachel, todo lo de esta mañana, lo que me dijo que le pasó, lo que hizo y lo que me pidió, ya a pesar de haber hablado un largo tiempo sobre esa mujer, no me sacaba de la cabeza a Lina; esto no está bien, tengo que sacármela de la mente, tengo que hacer algo, tal vez hacer como dijo Erik y buscar otra mujer, intentar estar con alguien más, hacer la prueba, si funciona lo que dicen, que un clavo saca a otro clavo. Tal vez podría con alguien de la empresa. No, no en el trabajo; Nunca lo hice y eso no es buena idea. Quizás en el bar de Billie, tampoco sería buena idea; Aunque podría intentarlo, Dios, la verdad es que no sé qué hacer, necesito una mujer que me conozca, un poco al menos. No sé si tengo fuerzas para empezar de cero con alguien otra vez, y eso no va a resultar bien. Tal vez no debería pensarlo más, y quizás volver con Rachel. Quizás eso funcione; Sé que no fusionó antes, pero capaz las cosas sean diferentes, puede que esta vez sí funcione. Creo que voy a hacer eso, le voy a dar un tiempo a que se mejore de sus problemas y, si sigo así, podría tratar de hacer la prueba; Después de todo, Rachel algo me conoce. Seguro me conocería más, si no hubiera estado tan preocupada en pensar solo en ella. Pero, quizás, con lo que le pasó cambió un poco.
Sí, eso es lo que voy a hacer. Intentar de nuevo con Rachel, y sacar a Lina de una puta vez por todas de mi cabeza y de mis malditos pensamientos.