— ¿Estás seguro que esto es lo correcto?— decía Leyra al mismo tiempo que ayudaba a vestirse con la túnica característica del Alfa para reuniones con el Consejo de manada.
Declan se encontraba inmerso en sus pensamientos.
Pero en ese instante se giró para mirar a los ojos a Leyra tomándola de la nuca para acercar su rostro al de ella, la besa al mismo tiempo que le susurra.
— Eres tan buena, eres tan misericordiosa que no entiendo porque la Diosa Luna no te eligió a ti como mi pareja, en lugar de ella… — Sólo con decir esas palabras Declan sintió que una pequeña espina en su pecho había sido retirada como por arte de magia.
Leyra rodea con sus brazos a Declan al mismo tiempo que inspira su olor característico.
— Solo no quiero pensar que ella pueda tener consecuencias graves, por lo que ha hecho según lo que me dijiste una de las razones por las cuales puedes romper el lazo es que ella perdiera el honor de ser la Luna de la manada, imagina que deshonor más grande que asesinar a uno de tus guerreros más leales y fuertes de tu manada.
En ese momento Declan apretó más su abrazo.
— Será lo que tenga que ser, sucederá lo que tenga que suceder— Esas palabras eran como un mantra, sin saber que eso no solo evidenciaba un oscuro porvenir para Beca sino para él mismo— tú no te preocupes cariño mío, te voy a proteger y si esto es lo que pasa, te aseguro que la Diosa Luna está corrigiendo el error que cometió antes al pedir que ella fuera la Luna de mi manada.
— ¿Qué sucedería si se rompe el lazo Declan? dímelo— suplica ella con un susurro — ¿qué sucedería si los integrantes del consejo de manada aceptan que se rompa el lazo con su consentimiento?
Él guarda silencio unos instantes, saboreando solo la posibilidad.
— Si el lazo que nos une se rompe con consentimiento de los tres ancianos— dice él—podría evitar las consecuencias de mi parte, podría mantener mi cordura y mi lado licántropo a salvo, de lo contrario… si lo hago por mi iniciativa— Declan guarda silencio— perderé la cordura, perderé mi lado humano hasta que me vuelva un desertor, uno de esos monstruos que no tienen conciencia, que no tienen sentido común y solamente se ven agarrados a la realidad basándose en sus instintos más salvajes.
— ¡No puedes! ¡No puedes hacerlo! ¡no quiero perderte!— decía ella al mismo tiempo que comenzaba a llorar de forma desmesurada, lo cual solamente aceleraba la necesidad de Declan por protegerla, por hacerla sentir segura, por ayudarla a sentir que este era su hogar. — Por favor debemos encontrar una forma de poder estar juntos sin tener que ocultarnos, que ella no sea un impedimento.
Declan sabía que además de cumplir con el requisito de que ella perdiera su honor tenía que estar de acuerdo con romper el enlace y eso era algo que sabía que Beca jamás iba a aceptar.
¿Cómo iba a aceptar perder a un Alfa tan poderoso como él?
*** ——— *** ——— ***
Al entrar en la sala de reuniones, un lugar imponente y lleno de misticismo, en donde el consejo se encontraba en sus sillas en cada uno de los direcciones de la rosa de los vientos, Declan abre las puertas de madera maciza y comienza a caminar de forma imponente, fuerte y poderosa para atravesar el amplio salón y sentarse en la zona norte del recinto.
Como la cabeza de la manada que era.
El frío que el mármol exudaba de parte de cada una de las rocas que estaban cubriendo las paredes se colaba en los huesos de Beca, quién se encontraba temblorosa, aún bañada en sangre seca de su gran amigo Marcus.
— Aún no puedo creerlo — decía ella en susurros aislada en cierta manera de la realidad— aún no puedo creer que te hayas ido ¿cómo pudieron haberte asesinado? ¿Cómo pudo haber sucedido? y sobre todo… ¿quién… quién fue? ¿Quién te hizo esto? ¿Por qué?— pensaba Beca desesperada por quitarse la sangre de su amigo de su cuerpo.
Ya tenía irritada la piel de lo que se había frotado en medio de su desesperación.
— Demos inicio a esta reunión — dice Declan de forma solemne— se acusa a la Luna de la manada Sangre Lunar de haber cometido traición, asesinar a uno de los guerreros de su propia manada, Marcus Alfa de uno de los escuadrones más fuertes de este lugar.
— No puede pasar desapercibido el acto de traición y violencia que fue ejercido en contra de uno de los míos — declara Amadeo de forma firme, él se encargaba de cada uno de los guerreros, él era el líder de cada una de las cuadrillas y debía velar por su seguridad.
— En este momento no creo que sea muy prudente — responde Eduard desde su asiento, el tercer anciano encargado de analizar la política de cada una de las acciones de la manada en relación con otras y las acciones que podrían afectar la apreciación de sus integrantes hacia su gobierno— no podemos olvidar que cada uno de los miembros de la manada se han encargado de poner en un altar a nuestra Luna, colmándola de bendiciones y aprecio— declara el anciano— en este momento declararla una traidora y manchar su imagen con traición hacia todos podría provocar inconformidades difíciles de contener, incluso podría haber revueltas de grupos extremistas.
En ese momento un golpe sonoro inundó el lugar, Amadeo había golpeado el posa brazos de madera maciza la silla con rabia.
— Entonces qué… ¿quieres que ella elija cada uno de mis guerreros haciéndolos pedazos? ¿Desmembrándolos de forma salvaje y se oculte debajo de la alfombra solo para que unos cuantos no se incomoden?— Jadea lleno de incredulidad— ¡Incomodidades son las que pasamos nosotros, en medio de la guerra! ¡En medio de la lucha exponiendo nuestras vidas para que ellos se mantengan a gusto sentados en sus gordos traseros en sus casas!
La rabia era notable, Amadeo en este punto tenía todas las venas hinchadas de forma visible a punto de reventar.
— Aquí falta alguien por hablar— declara el Alfa y todos giran su mirada en dirección de Lucah, quién se encontraba de forma tranquila acomodando su túnica para que no se arrugara de forma innecesaria.
— Bueno — declara Lucah con paciencia que lo caracterizaba— imagino que todos ya me dieron oportunidad después de estar pensando en cuánta posibilidad se les ocurre pero…— dice él poniendo una mano sobre la otra de forma concisa— tengo entendido que nuestra Luna a pesar de tener una loba fuerte y decidida, esa misma loba es dada a aceptar indicaciones y se mueve basándose en el honor— la mirada de Lucah se concentra en el Alfa quien apretando las quijadas y haciendo de sus manos unos puños, asiente en silencio.
En ese momento Lucah continúa con su alegato.
— También sé, que Marcus era uno de los guerreros más fuertes e invencibles de la cuadrilla ¿cómo puede ser posible que solo una loba que no tiene entrenamiento militar, que no cuenta con fuerza especial, que se ha mantenido siempre cautiva en las paredes del castillo haya podido derrotar a un luchador experto?
La sala se queda en un silencio abrumador, las palabras del Anciano Lucah eran como dardos insertados en el punto con precisión quirúrgica.
Hola!!! Bienvenidos a esta nueva aventura, espero les guste esta historia llena de aventuras, desventuras y demás drama!! no se olviden de dejarme sus comentarios y sus me gusta...