El orgullo que se mantenía intacto de parte de Amadeo en ese momento de desinflo como un globo.
“Maldito desgraciado siempre con sus frases introspectivas” Pensó al mismo tiempo que apretaba los labios.
Aunque solo fue cosa de unos cuantos instantes antes de reventar.
— Puede que haya tenido ayuda, puede ser una alianza con alguien externo— declaró ofendido Amadeo — No es necesario que trabaje sola, después de todo las investigaciones de su fam…
— ¡Suficiente!— Interrumpió con un gruñido Declan al mismo tiempo que saltaba de la silla.— No quiero más divagaciones o hipótesis, quiero la verdad.
Todos los ancianos asienten estando de acuerdo.
— Y si es una alianza con otra manada yo tengo que prevenirlo— declaró Eduard— Ella cuenta con información delicada, que no debe ser de conocimiento público.
— Claro — dice Lucah — porque sin testigos sin posibilidades de haber ganado ella sola, solo podemos dejarnos llevar por especulaciones.
— Deja de perder el tiempo Lucah— declara Amadeo de forma concisa— tú eres el único que siempre la defiendes, eres el que ha mantenido este enlace activo durante tanto tiempo, de no ser por ti eso ya se habría roto muchas lunas atrás.
En ese momento Beca jadea de forma sonora, y por primera vez se hace notar en ese momento tan importante.
— ¡¿Podrían haber roto el enlace desde antes?!— cuestiona sorprendida, sin importarle de lo que se esté hablando, en este momento aunque de ello dependa mantenerla con vida o no.
La adrenalina la recorría había luchado con garras y colmillos, y Lucah le había mentido de nuevo…
— Nos estamos desviando del tema— Declan necesitaba conseguir más argumentos para sentenciarla, Lucah siempre se mantenía cuidando la espalda de Beca… aunque no entendía ¿por qué?
¿Qué lo motivaba a tener más lealtad a la Luna recién llegada que a su Alfa que tenía su lugar por linaje? Lo descubriría y vería que tanto tendría que cuestionar.
— Les daré una semana para obtener pruebas, no especulaciones, pruebas reales que no se puedan refutar, mientras tanto, Beca, Luna de la manada Sangre Lunar quedará bajo resguardo en otro de los aposentos sin posibilidad de exposición, todos los miembros externos de este concejo sabrán que ella ha caído enferma y por lo tanto necesita reposo… ¿Alguna queja?
Todos los presentes se giran en dirección de Lucah, quien les responde con una sonrisa sutil.
—Por mí y los designios de la Diosa Luna estoy de acuerdo…
— — — QUEDAN 490 LUNAS — — —
Ocho lunas…
Tenía ocho malditas lunas encerrada en esas cuatro paredes.
— ¡Aaaaahhh!— Gritaba Beca desesperada al mismo tiempo que impactaba su cuerpo lleno de heridas en las paredes de roca.— Déjenme salir, no hice nada… yo no hice nada…
En ese momento estaba hecha un ovillo cuando de forma repentina la puerta se abrió y por el marco para sorpresa de Beca entró Leyra luciendo un vestido hecho de ceda con detalles de oro incrustado.
La mirada déspota de Leyra no pasaba desapercibida para Beca y que ella estuviera aquí solo le dejaba saber que quería que supiera cuánto la despreciaba…
— Que bajo has caído—Susurra la rubia haciendo gestos de asco, al mismo tiempo que levanta la falda de su vestido para evitar que éste toque el suelo y se contamine con la suciedad del lugar.
— ¿Qué quieres?— Beca tenía la respiración agitada, sin poder detenerse estaba agotada, ya había intentado salir por cuanta forma se le había ocurrido pero nada daba resultado, seguía encerrada entre esas paredes.
— Te preguntarás si quiero reírme, burlarme, observar lo patética que se ha vuelto tu existencia, o tal vez saber qué es lo que me queda por destruir…
Esa última frase hace sentido en Beca de forma automática…
— ¡¡Fuiste tú!! — Grita llena de frustración— Tú lo asesinaste, ¿por qué? Él no iba a quitarte nada, no formaba parte de la familia real…
— Que te enteraras no sirve de nada, solo eres un accesorio temporal, pero él hizo algo peor… te estaba ayudando, era un respaldo que no iba a permitir que tuvieras, cada sonrisa, cada práctica, esa cercanía que observe en medio del bosque era algo que no podía permitirte disfrutar.
— ¡Desgraciada, maldita!— En ese momento llena de rabia Beca comenzó a correr en dirección de Leyra, quería destrozarla arrancar la piel de su rostro a tiras…
Pero justo en el momento en que iba a llegar un jalón fuerte la regresó de forma inmediata hacia atrás con tanta fuerza que la hizo impactarse en la pared sacando el aire de sus pulmones.
— A sí… esa fue mi recomendación —Dice con una sonrisa refiriéndose a las cadenas— Todo es por tu bien, no queremos que te dañes o que intentes arrancarte la vida, imagina que pecado tan grande sería que la misma Luna prefiera arrancarse la vida antes que enfrentar las consecuencias de sus acciones…
— Lárgate, no sé cómo lo hiciste pero lárgate antes que te arranque el corazón a mordidas.
— ¿A mí? jamás vas a tocarme, en este punto solo es cuestión de tiempo antes que todo esto caiga sobre ti, porque si lo sé, sé que lo que hacías era practica de lucha, sé que estabas entrenando a tu loba, sé que solo fue de forma profesional, pero también mire esa forma en la que Marcus te observaba, él te amaba… — Esa última frase hizo que el corazón de Beca diera un salto completo y su rostro cambió ante la sorpresa.
Y ese dolor que veía en Beca alimentaba el alma de Leyra…
— ¿Qué? …— cuestiona sin poder contener una sonrisa— ¿No lo sabías? ¿Por qué crees que era el guerrero de mayor rango sin enlazarse? ¿o que arriesgaba su vida en cada encuentro furtivo contigo? Esos pequeños momentos de felicidad que veía en tus ojos no eran algo que pudiera soportar, debes sufrir y yo voy a encargarme de ello.
Beca aun no salía del asombro de todo lo que estaba escuchando…
— ¿Por qué…?— apenas logra preguntar, con el cuerpo entumecido y la mirada nublada por las lágrimas. — ¿Por qué asesinarlo? ¿Por qué no poder verme feliz? ¿Que hice para que me odiaras tanto?
Leyra se camina de forma amenazante, provocando que todo el lugar se sienta frio de forma repentina, de inmediato se agacha para ver a la par a Beca, y con esa frialdad que podría congelar el mismísimo sol declara.
— Hiciste lo peor que podrías haber hecho…— Beca contiene la respiración expectante de la respuesta, incluso Carola está atenta a cada movimiento y ruido que este en su alrededor— Lo que hiciste y que realmente me llevó a odiarte… fue nacer.
— ¿Nacer? — Cuestiona Beca incrédula de lo que está escuchando— pero a ti no te conocía, ¿qué tiene que ver esto conmigo?
— Lo supuse— susurra Leyra al mismo tiempo que se levanta y acomoda la falda de su vestido…— No vale la pena… no por el momento…
En ese instante la puerta se abre y un guerrero llama a Beca.
— Luna— Susurra al mismo tiempo que se inclina— Ha llegado el momento de su juicio.
Beca aun no podía procesar todo lo que la rubia había declarado cuando ya estaba por afrontar una sentencia que le marcaría el resto de su vida.
¿Qué les está pareciendo la historia?