Beca iba caminando decidida, finalmente ella iba a tomar la iniciativa, esta noche, esta maravillosa luna era la número quinientos después de su enlace al imponente, fuerte y sobre todo poderoso Alfa Declan.Ahí a medianoche cuando la luna estaba en lo más alto en el cielo lleno de estrellas, Beca iba a decidida a crear un reinicio a partir de la muerte de su actitud sumisa, y actual como la Luna que su amada manada merecía.— Esta noche — susurró ella tratando de darse ánimos e ignorando sus nervios y manteniendo sus pasos firmes por ese enorme castillo con paredes frías de rocas ancestrales, en dirección a la habitación del que era su mate destinado— Tú serás mío Alfa Declan.Bajo su enorme manto de piel, Beca llevaba puesta una lencería que tenía semanas buscando para esta noche especial.Su corazón había comenzado a latir de forma desmedida, sus manos se encontraban sudorosas y su respiración se volvía cada vez más errática y desesperada.“Tiene que funcionar” Pensaba inmersa en l
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