El tiempo parecía haberse detenido como una especie de burla ante su dolor.

— ¿Crees que vas a interferir en los planes? ¡por supuesto que no!— grita Evan desesperado, frustrado y por primera vez mostrando la incertidumbre que lo embargaba cada noche al cerrar los ojos— no vas a quitarme a Beca, no vas a quitarme a mi hijo Bruce, yo los cuidaré, yo voy a protegerlos, voy a encargarme de tener la mayor cantidad de poder para que nadie... absolutamente nadie, ningún tipo de bastardo se acerque a ellos y los lastime.

Evan se encontraba caminando de un lado a otro, sin embargo Declan se mantenía en silencio pero las imágenes llegaban una tras otra, desbloqueándose poco a poco y de forma combinada revuelta sin sentido, sin embargo algo de luz era mejor que una oscuridad permanente….

O eso quería pensar.

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Leyra va corriendo desesperada, el pasillo del castillo se vuelve demasiado largo para llegar el balcón principal con la rapidez que necesitaba.

— No… no… no puede ser ¡n