Mundo ficciónIniciar sesiónSOL:
Sirius entrecierra los ojos, mirándome fijamente, agitando más mi ya desbordada imaginación. Es fascinante cómo puede mostrar tanta calma mientras yo siento que me enredo cada vez más en preguntas sin respuesta.
—¿Quién sabe? ¿Cómo era? —pregunta Sirius al fin, sin apartar la mirada de mí.Sirius no responde al instante. Sus labios se curvan apenas. Entonces se acerca un poco hacia mí, mirándome intrigado.—Pues no muy alto… —inicio a contar, pero me detengo al ver cómo Sirius frunce el ceño.—¿No era alto? ¿Estás segura? —inquiere con curiosidad.—Sí, cuando me puse de pie, casi era de mi tamaño —murmuro, entrecerrando los ojos sólo un poco más.Me quedo quieta, mirando a Sirius, quien parece una estatua que acaba de hablarme en un idioma que






