Mundo ficciónIniciar sesiónSOL:
La respiración se me corta un instante al oír esa voz. Es grave, pero sorprendentemente cálida, cada palabra parecía estar revestida de un misterio imposible de ignorar.
—No era yo ese joven —dice muy serio. — Debes tener cuidado, mi Sol, son muchos los que andan detrás de ti. Yo tuve que hacer algo que me fue imposible ir a verte. Pero te prometo visitarte pronto, mi Sol. Mis dedos aprietan el aparato al escucharlo llamarme mi Sol. Una sensación nueva se arremolina en mi pecho y empieza a crecer. Hay un leve chasquido en la línea, seguida de un silencio. Pero cuando vuelve a hablar, más firme.—¿Puedo llamarlo cuando me sienta sola? —balbuceé llena de esperanza.—Solo si es una emergencia —aceptó después de un silencio. — Yo te llamaré y cuidaré de ti, mi Sol. Buenas noches.—Buenas noches,






