ÁRNYÉK:
Sirius se levanta lentamente, con el rostro inclinado para esconder la intensidad de su expresión. Lo conozco bien; sabe que el tono de mi voz guarda mis límites, y si los cruza, lo paga caro. Pero su silencio en este momento no me satisface. Necesito algo más que sumisión. Necesito respuestas. Necesito que me diga cómo puedo evitar lo inevitable.
—No era mi intención —musita finalmente, aunque su voz se percibe igual de firme—. Haré lo que me pida, señor. Debe existir una solución; debemos encontrarla. Estuve pensando que le diéramos a su Sol el libro de todos los seres sobrenaturales que existen, las formas que toman, y cómo ella puede identificarlos. También los lugares y ciudades donde suele usted esconderse, por si alguna vez le pasa algo y ella pueda hacerlo también. ¿Qué opina? Me gusta cómo pien