Silvana Salvatore, una hermosa joven enamorada locamente de Sean Walton, un poderoso CEO, quien también es el mejor amigo de su hermano, siempre busca la manera de estar cerca de él, tratando que la mire como algo más, pero él ama a otra mujer, sin embargo cuando esta lo abandona, Silvana ve una oportunidad y terminan pasando una noche juntos y lo que parece ser un momento feliz se arruina cuando la mujer que ama Sean regresa, decidida a recuperarlo. Esta malvada mujer está dispuesta a lo que sea para que Sean este con ella, incluso a manipular y a amenazar a Silvana para que se aleje de él, el problema es que lo que pasó entre Silvana y Sean no solo dejó un corazón roto, sino que esa noche que pasaron juntos también se creó dos nuevas vidas.
Leer másSilvana
Al abrir los ojos y encontrarme con el perfecto rostro de Sean que aún dormía, no pude evitar sonreír admirándolo, es que él es el hombre más atractivo que he visto en toda mi vida, parece un Dios griego, su rostro sin ninguna imperfección, mandíbula fuerte, cabello negro ceniza que contrasta perfectamente con su piel blanca, un cuerpo lleno de músculos en el que te sientes protegida, una altura de 1.90 y cómo no amar esos hermosos ojos azules claros que desde que los ví la primera vez comenzó mi obsesión y decidí que quería a este hombre para mí. Y darme cuenta de que esto no era un sueño se sentía muy bien, realmente había pasado algo entre nosotros, me había entregado a él, dándole mi virginidad y si, quizás esto fue una completa locura de mi parte, más aún cuando siempre he tenido claro que él aún no ha superado a su ex, sin embargo él finalmente me había dejado acercarme, había dejado de verme como una niña y me había visto como la mujer que ya era y eso fue una oportunidad que no podía desperdiciar, porque tengo demasiado tiempo enamorada de él, esperando por esto y esperaba que ahora que habíamos estado juntos, pudiéramos tener una oportunidad, que él me dejara demostrarle que podía hacerlo muy feliz. De repente Sean se removió un poco y me atrajo más hacia su cuerpo, aún dormido metió su nariz en mi cuello y aspiró, haciendo que mi corazón se acelerara sin control, este pequeño gesto se quedaría por siempre en mi mente, porque me hacía sentir que había esperanza de que lo nuestro pudiera funcionar, pero entonces me tense al escuchar un ruido afuera. — Sean. — Susurré, necesitaba preguntarle si estaba esperando a alguien. — ¿Mm? ¿Qué pasa? — Preguntó sin ni siquiera abrir los ojos ni apartarse de mí, pero antes de que yo pudiera responder la puerta de la habitación se abrió. Me sobresalté, al igual que Sean que abrió los ojos y se sentó para mirar en dirección a la puerta al igual que yo, que estaba asustada por quién pudo entrar de esa manera a su penthouse, el cuál debía tener mucha seguridad y nadie debería poder acceder fácilmente, entonces sentí como mi estómago caía al suelo al ver ese rostro y a este punto creo que habría preferido que fuese un atacante y no ella. — ¿Cómo me pudiste traicionar de esta manera? — preguntó Tatiana mirando a Sean con los ojos cristalizados y yo sentí como si me acabaran de abofetear. Porque aunque no podía entender de que traición hablaba ella, cuando se suponía que ella lo había dejado hace más de un mes, además de que ya lo había estado engañando mucho antes sin que Sean lo supiera, yo sabia lo que sus palabras y su regreso podían implicar y no era bueno para mí. — Tatiana… ¿Qué haces aquí? — Cuestionó Sean tensándose, mientras la miraba desconcertado y ¿Preocupado? — Vine a decirte que te extrañé, que quería que volviéramos a estar juntos, pero ya veo que fue muy tonto de mi parte creer que me esperarías y no te terminarías acostando con quién dijiste que por más que insistiera nunca la verías de otra manera, que solo era la molesta hermana de tu amigo, pero esto me deja claro que siempre tuve la razón, que no me equivoqué al irme, porque la razón por la que me fui es ella. — Gritó volteando a mirarme como si quisiera arrancarme la cabeza. — Debería darte vergüenza lo que has hecho, separaste a una pareja que se amaba y no perdiste tiempo para meterte en su cama, me das asco. Un nudo se formó en mi garganta al mismo tiempo que mis ojos empezaban a picar al pensar en que Sean creería esto y podría culparme, aun cuando yo sabía que la mala en todo esto era ella, él tal vez no lo vería así, porque después de todo él la amaba y a mí probablemente ahora que ella había regresado, seguiría viéndome como la molesta hermana de su amigo. Este solo pensamiento hizo que mi pecho doliera y aunque tenía mucho que decir para intentar defenderme, no logré que ni una sola palabra saliera de mi boca. — Tatiana por favor cálmate, no le hables de esa forma a Silvana que no merece que la culpes de nada, yo…— Él intentó explicarle, pero ella lo interrumpió de inmediato. — ¿Por qué no entiendes que me fui por su culpa? Ella con su obsesión por ti me hizo tener miedo de que me dejaras por ella y estaba harta de que siempre intentara acercarse a ti, que se comportara como una ofrecida y tú la dejaras hacerlo, pero supongo que era porque todo este tiempo ella te gustó y yo les estaba estorbando o no habría conseguido meterse en tu cama.— Gritó enloquecida y volvió a mirarme mientras se acercaba a mí. — Eres una patética zorra que hace todo para obtener lo que quiere, pero esta vez obtendrás tu merecido. En un abrir y cerrar de ojos tenia su mano sobre mi mejilla y la mitad de mi rostro ardiéndome terriblemente. — Ya basta Tatiana, no puedes comportarte así, estás equivocada, ella no me gustaba, vamos afuera para hablar los dos. — Espetó Sean alejándola de mí, para llevársela fuera de la habitación sin ni siquiera mirarme, demostrándome que la única persona que le importaba realmente era ella, al dejarme en cama sin preguntar como estaba luego de haber sido golpeado y sentí como mi cuerpo y corazón se llenaban de frío, al mismo que un vacío insoportable me embargaba. No le gustaba, ni ahora ni antes, esto debió ser un error para él y ahora debía estar arrepentido porque por esto podía perder a la mujer que realmente amaba y aunque ella no se merecía ese amor, en el corazón no se manda, así como yo no puedo sacármelo de la cabeza ni del corazón desde que lo conocí, él siente lo mismo, pero por Tatiana y no hay nada que hacer. Había creído que tenia una pequeña oportunidad cuando ella lo abandonó, pero está se acaba de esfumar, dejándome con el corazón hecho pedazos y aunque quería explotar contra alguien, llorar y reclamar por como me sentía, no podía culpar a nadie más que a mi misma, porque fui yo quién buscó esto sabiendo que él aún la amaba y que seguramente no me iba a corresponder, pero este maldito enamoramiento o como todos le dicen, “obsesión” me hizo aferrarme a una posibilidad que no existía. «Necesito salir de aquí ya.» Pensando en esto, limpié las lágrimas que habían empezado a caer con rabia y rápidamente me levanté para vestirme de prisa, porque si me quedaba aquí más tiempo no podría parar de llorar y aunque sentí que me dolía mi parte íntima continué, lo único que importaba era alejarme de aquí, no iba a quedarme a ser más humillada. Al salir caminé directamente hacia la puerta sin querer ni siquiera mirarlos, porque si lo hacía sentía que me derrumbaría. — Silvana espera. — Pidió Sean, cuando estaba lista para irme. — Esto no debió pasar, pero no te preocupes, mi hermano ni nadie se va a enterar, adiós. — Dije intentando que la voz no me temblase y sentí unos pasos acercarse, sin embargo no me atreví a voltear. — Silvana… — Sean déjala irse, tú y yo necesitamos arreglar esto.— Lo interrumpió ella y eso fue todo lo que necesite para salir de ahí.SilvanaMis manos no dejaban de temblar y mi corazón estaba inquieto, ansiosa de que él respondiera, rogando porque no me culpara por esto y que me entendiera, que quisiera hacerse cargo como padre, porque aunque yo lo amo, no espero que él se case conmigo ni nada parecido, pero si que me ayude a solucionar esto de la mejor manera y por lo que sabía de Sean era un caballero y responsable, así que probablemente me ayudaría, aunque quizás tendría que explicarle que entre Jackson y yo no había nada, que lo que le dije fue una mentira. Entonces el teléfono sonó, pero no fue una llamada, sino un mensaje, uno que nunca esperé que recibiría de su parte. “Si estas embarazada aborta, no quiero tener nada que ver con ningún bebé ni contigo, nada me garantiza que ese hijo sea mío, así como te metiste fácilmente en mi cama pudiste hacerlo en la de cualquier otro y quieres utilizarlo para amarrarme a ti, pero yo no voy a permitir que me arruines la vida con tus tonterías, así que dejame en pa
SilvanaEse día le había dicho que no, que no iría, que me dejara en paz, que ya no quería saber más nada de él y aunque eso me destrozó, no me podía arriesgar cuando sabía que él la seguía amando a ella y yo no era la única con quién se había acostado. No iba a dejar una mancha en el apellido de mi familia por luchar por un hombre que si se queda a mi lado pueda terminar odiándome, así que a pesar de la insistencia de Sean, decidí cortar todo contacto con él e intentar olvidar lo que pasó, pero él simplemente no parecía rendirse y hace unos días apareció en mi universidad. Flashback —¿Qué te parece si vamos a comer algo? — Cuestionó Jackson mientras caminábamos hacia la salida y antes de que pudiera responder vi a Sean caminando hacia nosotros con el ceño fruncido. —Vámonos por allá mejor. — Dije nerviosa tomando a Jackson del brazo y dándonos la vuelta, no estaba lista para estar cerca de Sean de nuevo. —Pero si mi auto está hacía el otro lado. — Se quejó él deteniendo
Silvana Pensé que finalmente tendría mi oportunidad, que estaba logrando lo que quería, pero que ella apareciera hizo que todo se desmoronara frente a mis ojos y aunque quería luchar por él, sabía que no tenía oportunidad, porque su corazón le pertenecía a ella, aún si ella no lo merecía, seguía siendo suyo y yo tenía todas las de perder, eso me quedó más claro cuando después de que ella me golpeó él solo parecía preocupado por ella. Y sinceramente ahora tenía miedo, porque después de lo que había pasado entre los dos, esto para mí se había vuelto mucho más importante, sabía que no era un enamoramiento que se me pasaría como todos creían, yo amaba a este hombre y por eso me daba tanto miedo. Cerré los ojos intentando pensar en que hacer, cuando mi teléfono sonó, está vez con la llegada de un mensaje de Sean y con el corazón acelerado y las manos sudorosas lo abrí.“Silvana imagino que necesitas tiempo para procesar todo, pero me gustaría verte, quiero que hablemos en persona, h
SeanEsto no estaba nada bien y efectivamente como Silvana lo había dicho no debimos acostarnos anoche, definitivamente yo no estaba pensando nada bien al dejar que pasara, ella era mucho menor que yo, además de ser la hermana menor de mi mejor amigo y estoy seguro que él querrá matarme por esto, pero lo que estaba aún peor es que Tatiana apareciera y la tratara de esa manera y que ella probablemente se fuera sintiéndose terrible a su casa y que yo no me haya esforzado por detenerla para ver que estuviera bien, pero es que ni siquiera sabía cómo debía actuar con todo esto. —Suéltame. — Pedí molesto. —Sean, ¿Cómo me puedes hablar así luego de lo que me hiciste cuando yo a pesar de todo quiero que arreglemos las cosas? — Cuestionó ella con voz ahogada dando un paso atrás. —Tatiana te recuerdo que tú fuiste quién se fue, yo no te engañé y no debiste tratar de esa manera a Silvana, ella no lo merece. — Dije, después de todo si había alguien culpable aquí era yo, porque yo era la
SilvanaAl abrir los ojos y encontrarme con el perfecto rostro de Sean que aún dormía, no pude evitar sonreír admirándolo, es que él es el hombre más atractivo que he visto en toda mi vida, parece un Dios griego, su rostro sin ninguna imperfección, mandíbula fuerte, cabello negro ceniza que contrasta perfectamente con su piel blanca, un cuerpo lleno de músculos en el que te sientes protegida, una altura de 1.90 y cómo no amar esos hermosos ojos azules claros que desde que los ví la primera vez comenzó mi obsesión y decidí que quería a este hombre para mí. Y darme cuenta de que esto no era un sueño se sentía muy bien, realmente había pasado algo entre nosotros, me había entregado a él, dándole mi virginidad y si, quizás esto fue una completa locura de mi parte, más aún cuando siempre he tenido claro que él aún no ha superado a su ex, sin embargo él finalmente me había dejado acercarme, había dejado de verme como una niña y me había visto como la mujer que ya era y eso fue una oport
Último capítulo