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Capítulo 5: Una dura decisión.

Silvana

Mis manos no dejaban de temblar y mi corazón estaba inquieto, ansiosa de que él respondiera, rogando porque no me culpara por esto y que me entendiera, que quisiera hacerse cargo como padre, porque aunque yo lo amo, no espero que él se case conmigo ni nada parecido, pero si que me ayude a solucionar esto de la mejor manera y por lo que sabía de Sean era un caballero y responsable, así que probablemente me ayudaría, aunque quizás tendría que explicarle que entre Jackson y yo no había nada, que lo que le dije fue una mentira.

Entonces el teléfono sonó, pero no fue una llamada, sino un mensaje, uno que nunca esperé que recibiría de su parte.

“Si estas embarazada aborta, no quiero tener nada que ver con ningún bebé ni contigo, nada me garantiza que ese hijo sea mío, así como te metiste fácilmente en mi cama pudiste hacerlo en la de cualquier otro y quieres utilizarlo para amarrarme a ti, pero yo no voy a permitir que me arruines la vida con tus tonterías, así que dejame en paz, yo amo a Tatiana y pienso casarme con ella y no pienso permitir que jodas todo.”

Al leerlo sentí que me habían partido en dos, el dolor estaba inundando cada parte de mi cuerpo y no podía creer la forma en la que pensaba de mí, en lo que me estaba pidiendo.

¿Cómo es que pude enamorarme de alguien así?

Podía entender que pensara mal de mí en cierta manera por lo ocurrido en la universidad, pero ¿Tenía que ser tan despiadado? No, no estaba bien y si tal vez yo tuve la culpa de mucho de esto, pero no merecía que me hablara así y mi bebé no se merecía que él pidiera que le hiciera algo tan cruel, a mí la sola idea me repugnaba y aunque hace solo unos instantes me encontraba perdida, sin saber cómo afrontar todo esto, ahora sabía que quería a este bebé, que no le haría daño y no permitiría que nadie le hiciera daño.

— No te preocupes mi bebé, no dejaré que nada te pase, te voy a proteger con mi vida. — Susurré con voz ahogada, dejando mi mano sobre mi estomago aún plano.

Tenía demasiado que pensar de como haría para hacerme cargo de mi bebé, porque aunque mi familia me apoyaría si se los decía, sé que no dejarían de presionar para que les diga quien es el padre y si no lo hacía comenzarían a investigar y después de ese mensaje de Sean, estaba segura que no lo quería cerca de mi bebé ni de mí.

Llena de rabia y un dolor que nunca antes había sentido respondí: “Esta bien, lo haré, yo tampoco quiero tener nada que me relacione a alguien como tú.”

Este bebé nacería, pero no tendría ningún vínculo con él de esta forma y así él no tendría dudas de eso.

Desde que supe sobre mi embarazo había pasado varias noches en vela pensando y finalmente había tomado una decisión, dolorosa, pero sentía que funcionaría y que era lo mejor para mí bebé y al final de cuentas ahora que sabía que estaba creciendo en mi vientre, lo que me importaba era su bienestar, incluso si eso me ponía a mi las cosas difíciles.

Ahora venía una de las partes mas difíciles de mi plan, informárselo a mis padres y sabía que ellos no lo tomarían para nada bien.

— Cariño, ¿Cómo te sientes? Te he visto un poco mal estos días. — Suspiró mi mamá, mirándome con preocupación cuando me acerqué a ella que estaba sentada en el jardín tomando su té.

— Solo he tenido malestar de estómago y he estado pensando en algo que me tiene un poco triste, pero es lo que quiero. — Dije tensa, sabía que ella era la mejor persona a quién decirle sobre esto y ella luego haría entender a mi padre y hermanos que esto era lo que yo realmente quería, así no harían las cosas tan complicadas.

— ¿Qué cosa? — preguntó frunciendo el ceño.

— Quiero irme a Londres con Jackson, me encantaría vivir esa experiencia, crecer y aprender muchas cosas, además no tendré ningún problema porque la misma universidad está ofreciendo el intercambio. — Expliqué nerviosa, a Jackson y a mí al igual que a otros estudiantes la universidad nos había ofrecido este intercambio gracias a nuestro excelente desempeño académico, pero yo no había querido tomarlo porque no quería alejarme de mi familia, sin embargo ahora esto era lo que necesitaba.

Él era el único que sabía que estaba embarazada y estaba dispuesto a apoyarme en todo, lo cual agradecía, porque en cuanto a esto no tenía a nadie más en quien apoyarme.

— ¿Qué? ¿Estás hablando en serio cariño? Tú nunca te has alejado de nosotros y tu padre ni tus hermanos van a querer que te vayas a otro país, bueno yo tampoco quiero que la más pequeña de mis hijos se vaya de casa pronto. — Suspiró ella con tristeza y mi corazón se apretó.

— Lo sé mamá, yo también los voy a extrañar mucho, pero realmente quiero hacer esto, poder abrir mis alas y quisiera que tus los convencieras de que es lo correcto por favor, no me digas que no, apóyame con esto. — Le pedí tomando su mano entre las mías, solo ella podría lograr que acepten y que no hagan tantas preguntas que yo no quiero responder.

— Está bien cariño, si es lo que tú quieres yo hablaré con ellos, aunque no creo que sea nada fácil convencerlos, así que primero debes explicarme todo sobre esto. — Musitó y asentí, agradecida y triste, porque sabía que pronto tendría que alejarme de mi familia.

Y no estaba lista para estar lejos de ellos cuando más los necesitaba, tampoco sabía cómo podría con la gran responsabilidad de ser madre sin poder tener a mi mamá para que me oriente, pero no podía quedarme aquí, porque si lo hacía Sean notaría que no aborte a mi bebé.

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