Silvana
Pensé que finalmente tendría mi oportunidad, que estaba logrando lo que quería, pero que ella apareciera hizo que todo se desmoronara frente a mis ojos y aunque quería luchar por él, sabía que no tenía oportunidad, porque su corazón le pertenecía a ella, aún si ella no lo merecía, seguía siendo suyo y yo tenía todas las de perder, eso me quedó más claro cuando después de que ella me golpeó él solo parecía preocupado por ella. Y sinceramente ahora tenía miedo, porque después de lo que había pasado entre los dos, esto para mí se había vuelto mucho más importante, sabía que no era un enamoramiento que se me pasaría como todos creían, yo amaba a este hombre y por eso me daba tanto miedo. Cerré los ojos intentando pensar en que hacer, cuando mi teléfono sonó, está vez con la llegada de un mensaje de Sean y con el corazón acelerado y las manos sudorosas lo abrí. “Silvana imagino que necesitas tiempo para procesar todo, pero me gustaría verte, quiero que hablemos en persona, hay cosas que necesitamos aclarar, mañana te esperaré en tu restaurante favorito al medio día, realmente espero que aparezcas.” Este mensaje me estaba confundiendo, pensé que él querría la salida fácil para estar con Tatiana, bueno después de lo que escuché cuando me llamó creí que algo ya estaba ocurriendo entre ellos, pero si esto era así, ¿Por qué insistía en vernos cuando ya le había dicho que no le diría nada a Ian? ¿O es que solo quiere asegurarse de que mi hermano no sepa nada? No quiero ilusionarme, necesito mantener los pies en la tierra por primera vez en mi vida, pero esto me está haciendo pensar demás, así que sí, debía ir mañana a verlo, así al menos todo quedará claro. … Estaba demasiado nerviosa, mi corazón no dejaba de latir con ansias, por lo que le dí los últimos retoques a mi maquillaje, lista para irme, cuando escuché a alguien tocar la puerta. — Señorita Silvana, vino verla una señorita que dice ser su amiga. — Avisó el ama de llaves y mi ceño se frunció, yo no estaba esperando a nadie. — Dile que ya voy. — Dije tomando mis cosas de una vez, para no perder demasiado tiempo con esta visita inoportuna y bajé. Me detuve por un instante al encontrar a Tatiana sentada en el sillón, esperándome pacientemente con una sonrisa y mi estómago se hundió. — Ven aquí amiga, necesitamos hablar de algunas cosas. — Dijo ella con la voz llena de calma. — No somos amigas y tú no tienes nada que hacer aquí, así que retírate. — Pedí caminando hacia ella, mirándola con molestia, no me agradaba antes y mucho menos ahora, sabía que era una serpiente manipuladora y no podía estar aquí por nada bueno. — No, no hasta que hablemos, pero no te preocupes, será rápido, creo que esto te conviene. — Espetó y algo en su tono me hizo sentir que debía escucharla a pesar de que tenía ganas de pedir que la sacarán de aquí a rastras, porque ella no se merecía ninguna cordialidad de mi parte. — ¿De que quieres hablar? — Cuestioné sin disimular la molestia en mi voz. — Debes alejarte de Sean, él me ama a mí, tú bien lo sabes, pero después de lo que ocurrió probablemente se sienta comprometido contigo y por eso quiera hacerse responsable, sin embargo eso solo lo hará infeliz y te terminará resintiendo, ninguno de los dos será feliz, si realmente te preocupas por él te vas a alejar y lo dejaras ser feliz conmigo, porque eso es lo que él más desea. — Tú no puedes hacerlo feliz, yo sé que lo engañas, así que si Sean quiere darnos una oportunidad, la tomaré, porque tú ni siquiera lo amas. — Repliqué furiosa por su cinismo y ella me miró sorprendida por un instante, antes de volver a sonreír. Ella no tenía derecho a pedirme esto después de haberlo estado traicionado y haberlo abandonado para luego volver como si nada. Si tal vez fuese una buena mujer que realmente lo amara, yo nunca me habría acercado a Sean a pesar de quererlo y si lo hubiese hecho me alejaría si me lo pidiera alguien que realmente lo amara y él amara para que puedan ser felices, pero ella no era esa persona, ella era una zorra traicionera y yo quería intentarlo, si tenía una pequeña oportunidad no quería renunciar tan fácilmente a ella. Quizás podría arrepentirme después, porque se qué él no ha dejado de amarla ni un poco, pero mi tonto corazón insiste en intentarlo si él me lo permite, aunque también pensar en que él termine odiándome me aterra. — Eso fue antes, ya eso terminó y de igual manera tú no debes tener ninguna prueba y si llegas a decírselo a Sean él no te va a creer, así que te aconsejo que guardes eso para ti misma y te alejes, porque yo no voy a renunciar a él, porque yo soy la única mujer que él ama y la única que va a amar por el resto de su vida, eso te lo aseguro, además recuerda que para él solo eres la insoportable ofrecida que se metió a su cama y quién le puede impedir estar con la mujer que realmente ama, lo mejor es que te alejes dignamente. — ¿Por qué? Ya lo abandonaste una vez, ¿Por qué decidiste volver ahora? — Cuestioné con un nudo en la garganta, llena de rabia e impotencia, porque yo nunca le dije que Tatiana lo traicionaba porque sabía que él justo como ella lo dijo, no me creería y que ella estuviera tan segura de lo que significaba para él me llenaban de miedo. — Por qué eso fue un estúpido error de mi parte, pero yo amo a Sean y él me ama, por eso lo mejor que no dejes ser felices juntos, porque sino yo misma me voy a asegurar que él te termine odiando y también estoy dispuesta a hacer que el vídeo tuyo teniendo sexo con Sean se difunda por todas partes y no creo que quieras manchar el apellido Salvatore. — Advirtió y me quedé helada antes de empezar a negar con la cabeza incrédula, era imposible que Sean grabará nuestro momento íntimo, él nunca lo haría y tampoco se lo daría a ella, tenía que estar diciendo esto para manipularme. — Estás mintiendo, no hay video, vete ya de mi casa. — Grité con la rabia hirviendo en mis venas, arrepentida de no pedir que la echarán apenas la vi. — No miento, como sabrás siempre he sido un poco controladora y hace mucho que puse una cámara oculta en la habitación de Sean y está grabó lo sucedido entre ustedes, bueno también hubo otros encuentros con otras mujeres aparte de ti desde que me fui, porque no debes creer que fuiste la única con quién se acostó intentando superarme, ¿O si? — Preguntó con una sonrisa maliciosa y mis ojos empezaron a picar y ella sacó su teléfono de su bolsillo. — Si no me crees, observa esto. Entonces puso frente a mi cara la pantalla y lo ví, estábamos él y yo en la cama besándonos, mi estómago se hundió e intenté tomar el teléfono cuando ella lo apartó. — Eres una desgraciada, una maldita, ¿Cómo puedes ser tan mala? — Cuestioné desesperada, mientras me iba sobre ella para intentar quitarle el maldito teléfono. — No te molestes en intentar quitármelo, tengo diferentes respaldos de este video y si me haces molestar todo saldrá muy mal para ti. — Aclaró empujándome. — En cuanto a lo mala que puedo ser esto no es ni la mitad cuando se meten con lo mío, así que es mejor que no me provoques, pero ya no hablemos de eso, lo que importa aquí es que no arruines tu reputación y la de tu familia por perseguir a un hombre que no te quiere y nunca lo hará, además de que si el video sale a la luz, tu hermano pensará que fue Sean él culpable e irá en contra de él, así que piensa bien las cosas, porque todo puede salir muy mal para ti e incluso puedes perjudicarlo a él y a tu familia por tus tonterías, deja de aferrarte a un amor no correspondido. Al terminar estás palabras, Tatiana se dio la vuelta para irse, dejándome paralizada sintiendo como mis ojos se cristalizaban, llena de impotencia, rabia y desesperación, sabiendo que no tenía otra opción que alejarme del hombre que amaba. Entonces Sean llamó. — Silvana, aún te estoy esperando, por favor ven, necesitamos hablar. — Dijo él apenas atendí a su llamada. — ¿Vendrás o prefieres que vaya a buscarte a tu casa?