Capítulo 19. Sus iniciales
Cinthia las interrumpió y miró a Vero como si estuviera viendo un fantasma, luego le dijo:
—¿Es en serio que ni siquiera te lavaste los dientes? Además, puedo apostar a que debajo del abrigo todavía llevas la pijama, ¿cierto?
Verónica, un poco asombrada, le preguntó:
—¿Cómo lo supiste?
Cinthia la miró con desagrado y respondió:
—Solo hace falta verte la facha para imaginarme el resto.
Luego, añadió:
—Ve al baño, lávate la cara y enjuágate bien los dientes. Nosotras te esperamos aquí.
—Está bien —dijo Vero, levantándose de donde estaba sentada. Pero antes de dar un paso, se volteó a mirarlas y les advirtió:
—Ni una sola palabra sin mi presencia.
—Te lo prometo —respondió Mariana, mientras hacía el gesto de cerrar la boca con una llave, aguantándose la risa al ver el aspecto de Vero.
Después de que Vero se fue al baño, Mariana comentó:
—No lo puedo creer... ¿Cómo se le ocurre salir así de su casa? Y dudo mucho que alguien la haya visto, porque sus padres no la habrían dejado ni asomarse