Capítulo 182. Dejar viudo al novio
Mariana, de inmediato, comenzó a buscar noticias sobre Martha y se dio cuenta de que era una de las modelos mejor pagadas de aquel país. Ella la llamó de inmediato, con la esperanza de que aún conservara el mismo número. Después de varios tonos, escuchó la voz de Martha al otro lado de la línea.
—Martha, me he dado cuenta de que estás brillando en las pasarelas —dijo Mariana con una sonrisa en la voz—. Te felicito por todo lo que has logrado en este tiempo.
Por su parte, Martha, muy emocionada y no podía creer que quien la llamaba era su amiga, aquella a quien tanto había extrañado. Le respondió con calidez:
—¡Anna! No sabes lo preocupada que he estado por ti. Y el señor Felipe casi destroza la mansión entera cuando desapareciste.
Ambas acordaron verse, pues tenían muchas cosas que contarse. Y así lo hicieron: una hora después ya estaban sentadas en un café, conversando como en los viejos tiempos.
Martha le contó todo lo que le había pasado y le dio las gracias por la gran oportunidad