Dorian sostuvo con delicadeza la mano de Somali entre las suyas, en lo que sus dedos rozaban suavemente la piel cálida de la joven antes de inclinarse y depositar un beso sobre el dorso de su mano. El gesto era íntimo, inundado de una ternura que contrastaba con la intensidad de su conversación. Luego, sin apartar su mirada de los ojos de Somali, le habló con voz pausada y profunda, como si cada palabra que pronunciaba llevara el peso de algo verdaderamente importante.
—Ahora necesito que me digas la verdad, que seas completamente sincera conmigo —articuló—. ¿Por qué tomaste la decisión de irte del territorio de Varhallow? ¿Qué te llevó a hacerlo?
Dorian dejó escapar un leve suspiro y continuó, sin apartar su mirada de ella.
—Sé que tenías un deseo ardiente de conectar con tu loba lo antes posible. Sé que la prisa por concretar tu venganza contra Nolan consumía cada uno de tus pensamientos. Pero lo que no comprendo es cómo llegaste a la conclusión de que debías abandonar este territor