C74: Todo está en su lugar.
Tras los exhaustivos exámenes de Zeira, Dorian llevó a Somali de vuelta a su hogar, la casa tan grande en la que vivía con el Alfa, la cual estaba llena de calor y de un sentido de pertenencia que Somalí ya podía sentir en su interior. Dorian la acomodó cuidadosamente en la cama, cubriéndola con una manta cálida.
A pesar de que Zeira había afirmado que estaba bien, Dorian no podía evitar mirar a Somali con cierta preocupación.
—Somali, Zeira dijo que estás bien, pero quiero saber, ¿cómo te sientes tú realmente? ¿Te sientes bien?
Somali miró a Dorian con una expresión serena, pero en sus ojos brillaba una paz que antes no había experimentado. No necesitaba pensar demasiado para responder, porque las palabras salieron de su boca con un peso diferente, uno de claridad y calma que la envolvía por completo.
—Me siento... bien... me siento completa —respondió, como si las palabras tuvieran una gran carga emocional para ella—. Antes, había un vacío dentro de mí. Sentía que me hacía falta alg