C52: El dolor físico no es suficiente.
—Dime de qué se trata esa manera rápida —declaró Somali, ansiosa.
Ronan la observó en silencio por unos segundos.
—Tienes que morir.
Somali parpadeó, aturdida.
—¿Qué? —soltó.
—No literalmente —aclaró—. Pero debes romperte lo suficiente para que tu cuerpo y tu alma crean que estás al borde de la muerte.
Somali cerró los ojos por un instante, y en la oscuridad de su mente, los recuerdos de Nolan la atraparon sin piedad. Recordó sus manos aferrándose a su cuello, los días interminables de dolor, de humillación, de miedo sofocante. Había soportado cada tortura, había sobrevivido a cada castigo. ¿Cómo podía Ronan decirle que debía romperse, cuando ya había sido hecha pedazos tantas veces antes?
Apretó los puños, sintiendo cómo las uñas se clavaban en la piel de sus palmas. Ella ya había pasado por eso.
—Eso ya lo intentaron —susurró, sin querer realmente decirlo.
—¿Qué? —Ronan frunció el ceño.
—Me han torturado. Día tras día —admitió, sin poder evitar que su voz se quebrara un poco. No men