ALONSO:
Pero Filipo no estaba para vacilaciones. Su mirada se clavó en el grupo que Gerónimo lideraba, incapaz de soportar fallas en momentos donde la vida misma pendía de un hilo.
—¿Foco al sector? ¡Hazlo ahora, maldita sea, Gerónimo! —rugió mientras su dedo señalaba el área donde el enemigo seguía resistiendo con una vehemencia improbable. —¡Dalo por hecho, primo! —respondió desde el auricular con un tono firme, mirando hacia donde le señalaban—. ¡Los tengo en la mira! ¡Foco al sector noreste, todo despejado pronto! Apunten, ¡nadie tiene permitido fallar! —Otro enviado del infierno —dijo Dante como si ver en acción a mis sobrinos fuera un espectáculo—. Ja, ja, ja... ¡Mira qué puntería tiene el cuerpo élite de Gerónimo! Disparam