LUCERO:
Y con esas palabras, supe que mi padre estaba dispuesto a enfrentarse a cualquier cosa para proteger a su familia, yo incluída. Mi esperanza resurgió al verlo, después de todo el dolor y la traición sufrida, tal vez, solo tal vez, podríamos encontrar justicia al final de este oscuro túnel.
—Hija mía, debemos prepararnos —dijo con voz firme acercándose a la cama—. No sabemos qué nos espera, pero no podemos permitir que nos tomen por sorpresa. Tienes que decirle a Fabrizio todo lo que viste, escuchaste o te dijo tu madre. Es de vital importancia. Trata de recordar todo lo que puedas, Lucero, y no tengas miedo, nunca más saldrás de mi lado ni volverás a estar sola.—¿En serio, papá? —pregunté sintiendo mi corazón acelerado y lleno de esperanza. —¿No estás enfadado conmigo por haberte mentido cuan