Te elegiría a ti mil veces.
El CEO Mendoza seguía sedado en esa habitación de la exclusiva clínica, su recuperación le iba a tomar tiempo, y mientras ocurría, sus amigos se turnarían para estar con él.
Alexander le avisó a Rogelio que su jefe estaría un tiempo fuera de la oficina para que se hiciera cargo de todo mientras el podía regresar.
Emma estuvo con las maletas listas desde las cuatro de la tarde, ella vestía un vestido de costosa marca zapatillas Manolo y accesorios de fina marca, no solamente se veía costosa y elegante si no que lucía hermosa y adorable.
Emmanuel llegaba a por ella, el apuesto CEO vestía impecable de los pies a la cabeza, sofisticado como siempre, misterioso e inexpresivo.
— Vaya, ti lo que quiere es hacerme molestar cuando todo el mundo se te quede viendo, ¿Eh? — Reclamaba el hermano mayor a su hermanita.
— ¿Qué pretendes Emmanuel, que me cubra el cabello y lleve un Hibab? Si quieres me pongo un costal de papas de una vez.
— Ya no hay tiempo para eso, vámonos por qué