Si sigues provocándome no saldrás virgen de aquí.
El CEO Ivanov se las había ingeniado para tener un par de citas con Isadora. Una a comer en un discreto restaurante y la otra en la sala de un cine, habían disfrutado de su compañía comiendo palomitas y viendo una película de romance.
Todo lo que nunca pensó que haría, sobre todo el tema del romance, Alexander lo estaba viviendo por primera vez con Isadora. Lo único que le enfurecía al final de la cita, era tener que dejarla ir, ella no lo sabía pero el trillizo estuvo a punto de robarsela y no dejarla regresar a la villa Lombardi. Era aterrador pero cierto.
— ¿Mujercita, no piensas llegar? — Se preguntaba el imponente CEO mientras miraba su reloj, había quedado con Isi en que verían una mansión que acababa de comprar ella había estudiado diseño de interiores profesional y quería que ella se encargara de decorarla.
La joven Lombardi llegaba apurada en un taxi, tuvo que fugarse hasta del chófer para poder llegar a ver a Alexander a solas en una villa.
La llegar se dio cuent