Deseo en la mirada.
Emma comió un sándwich y un jugo de naranja, también picó un poco de frutas, su humor después de comer mejoró un poco pero solo con Gisel, ella era muy linda y amable.
— Felicidades por el bebé, llegando a la ciudad sería bueno que buscaras a un ginecólogo de tu confianza para que lleve tu embarazo, necesitas cuidados especiales. Saber cómo va creciendo y si tiene el peso adecuado.
— Si... Lo haré, aunque todavía no sé si me quedaré, quizás vuelva con mis padres pronto.
— Bueno... Con solo ver al CEO Mendoza y lo decidido que está en no dejarte ir. Yo no me haría muchas esperanzas con volver a casa.
— ¡Ese salvaje me va a conocer, nunca debió secuestrarme!
— No, no debió, pero no me vas a negar que fué muy romántico que luchara contra todos para llegar a ti y traerte de vuelta.
— ¿Eso hizo...?
— Si, nunca titubeó al respecto, espero poder encontrar un amor tan intenso como el que el CEO Mendoza siente por ti.
Emma sonrió un poco, le agradaba mucho saber que Rafa