Capítulo 93. Excitación exagerada.
Sus embestidas en mi boca me encantan, lo acompañaba en cada movimiento, ambos estábamos disfrutándolo bastante.
—Para… amor, quiero sentirte —me decía—, no quiero acabar así—.
Yo no quería detenerme, me siento poderosa al sentirlo tan desesperado, pero él se agachó, me ayudó a levantarme y, ni bien me puse de pie, abordó mi boca. Me besaba desesperado, succionaba mi lengua, la chupaba de manera deliciosa y mordía a su antojo mi labio superior, deslizándolo con suma sutileza entre sus dientes.
Me giró, pegando mi cuerpo al cristal. Levantó mi pelo mojado, que se pegaba a mi rostro, lo hizo a un lado y un gran grito solté cuando sentí su apacible lengua lamer mi cuello.
—Te juro que muero por tomarme mi tiempo y saborear todo tu cuerpo, pero no me puedo controlar… sabes cómo desestabilizarme —susurró sobre mi piel, haciéndome temblar. Su voz salió ronca, y el glande de su polla se rozaba contra mi trasero, desesperándome por cómo él, a propósito, se restregaba. Eché las nalgas hacia at