Narra Irina

Juro que quería alejarme de sus labios, romper este beso que me estaba llevando más allá del límite de mi cordura, detener esto que no estaba bien. No importa desde dónde se mire: le estaba faltando a mi esposo. Correspondí a él, a un hombre que no me muestra respeto, que parece odiarme por ser quien soy.

¿Qué diría mi esposo si me encontrara en esta penosa situación, donde me estoy dejando manejar por la lujuria que provoca este hombre? ¿Qué sentirá él sobre mí, cuando he jurado amarlo desde que decidí compartir mi vida a su lado? De eso hace apenas dos años… muy poco tiempo para faltar a mi palabra. Le estaba fallando con tanta simplicidad, puesto que en una semana este hombre había cambiado mi manera de comportarme y de pensar.

Sus manos recorrían mi cuerpo y su boca hacía con la mía algo suyo. Me reclamaba autoritario, marcando con cada caricia mi alma. Sus labios calientes descendieron por mi cuello, haciéndome jadear instantáneamente, doblegándome ante él, mordiendo