—estas cometiendo un grave error, Alice— Anderson iba a decirle algo más, pero los padres de Damián llegaron tomándolos por sorpresa.

—Alice, querida— la señora Anderson la abraza —mucha fortaleza… aunque no estás sola, tienes a mi hijo, él será tu bastón en todo su proceso, cariño, ¿cierto hijo?— mira a Damián luego de haber tomado distancia de Alice.

—Así es, madre.

—Iremos a saludar a la señora Cooper— comenta el padre de Damián —quiero que sepan que no están solas, los Anderson queremos brindarles nuestro apoyo, después de todo somos una familia— mira a Alice, quien tragó grueso y luego baja su mirada.

La pareja vuelve a quedar sola nuevamente y Alice se siente atrapada con tantas cosas por hacer. —Alice, te quiero hacer una pregunta y sé honesta conmigo.

—No es el momento, Damián.

—Lo es, porque me estás odiando. Después de todo lo que pasó en el hotel, entre nosotros, ¿crees que yo te haría un daño de esa manera? Me culpas y eso me está desesperando.

—Es que no sé qué pensar de