—Disculpen —interrumpe Taylor—. Nena, tu madre te necesita más en estos momentos.

—Sí… —Thomas la suelta y Alice se aparta—. Iré con ella —mira a su mejor amigo y luego se marcha.

Taylor mira a Thomas y luego, sacando su lado varonil, le dice: —A metros de Alice, entiende que a quien ella ama tiene nombre y apellido: Damián Anderson.

—Vamos, Taylor —sonríe un poco—. Me conoces desde la secundaria, yo solo quiero lo mejor para Alice.

—Eso lo diría yo, que realmente la veo como una amiga, pero tú tienes otras intenciones y buscas la manera de llamar su atención, pero créeme, no podrás. Ella tiene clavado a Damián en su corazón, aunque la relación esté algo complicada —intenta hacerlo entender.

—No puedo creer que digas eso, estoy seguro de que sabes todo el daño que él le ha hecho.

—Todos en esta vida nos podemos equivocar. No te metas en territorio ajeno, porque el esposo de Alice ha demostrado que no piensa dejarla ir y mis razones tengo —al decir eso, se marcha, quedando a una distanc