Mansión Anderson
Alice está en la cocina junto a Carla, preparando una deliciosa cena. No podía dejar de pensar en Thomas, no porque se sintiera cautivada, sino porque temía que Damián lo tomara a mal, y no quería problemas. Sin embargo, la situación se le salía de las manos.
—Señora… ¿Piensa usar la crema de leche? —pregunta Carla al verla tan pensativa—. ¿Señora Anderson?
—Sí… —la mira, saliendo de sus pensamientos.
—Que si quiere usar la crema de leche para los camarones, así queda delicioso, no sé qué pensará usted.
—Es perfecto… amm ¿Será que puedes terminar esto? Solo es cuestión de mezclar y dejarlo a fuego lento por 5 minutos —indica Alice, quitándose el delantal.
—¡Con gusto! Además, usted hizo prácticamente todo, estoy segura de que al señor Anderson le va a gustar la cena, si usted se la hizo con mucho amor —sonríe—. ¿Dónde quiere cenar con él?
—Creo que… el cine está bien.
—¿En el cine? ¡Vaya, eso es algo diferente! Pero tiene su toque romántico, pondré rosas y velas ¿Le pa