—Señor... lo lamento, no pude hacer nada al respecto— dijo el oficial a Damián, el cual lo mira con seriedad —por lo menos... esta celda es VIP y me voy a asegurar que usted sea bien atendido.
—¡Escucha muy bien!— Damián habla enfurecido —encárgate de encontrar a Thomas, ¿me entiendes? Miguel traerá las pruebas que se recolectaron y necesito que interrogues al hombre que traerá mi asistente, debes ser cruel. Yo soy inocente y no pasaré la noche en una pocilga como esta— espetó. —Un Anderson no pasa este tipo de humillaciones y yo no me dejo aplastar por nadie— habla con firmeza y se aleja de las rejas.
El oficial asiente pasando saliva, sabe lo difícil que es tratar con Damián y más cuando tiene la razón. Fue un gran desafío llevar al dichoso abogado para la interrogación, pero los escoltas lo intimidaron y ahora está en la habitación esperando ansioso por lo que pueda pasarle.
—Entonces... todo fue un plan, Thomas siempre usó a este hombre para sus sucios trabajos— el oficial mira