Alice mira detenidamente a su madre, procesando el hecho de que Thomas fue a casa de su madre. —Disculpe —la enfermera ingresa—, traigo el medicamento de la señora Cooper. Se acerca y Alice toma distancia, observando en silencio.
Cuando la enfermera se marcha, Alice vuelve a acercarse a su madre, la mira con cariño. —Ahora sí puedes decirme, mamá, ¿qué hacía Thomas en casa?
—Bueno… no te voy a negar que me sorprendió verlo, y más porque la última vez fui algo dura con él.
—¿La última vez?
—Sí… es que, sé que Thomas está enamorado de ti, Alice, y lo vi dándole guerra a Damián. Y aunque Damián no es perfecto, hija, sé que es el hombre para ti —retoma aire—. Por eso dejé todo en manos de Damián porque confío en él, no es porque no confíe en tus capacidades. Tú eres y siempre serás la princesa de tu padre. Eres inteligente como él, pero no podía ponerte en riesgo, cariño, y más cuando estoy tan vulnerable para protegerte. Pero Damián… sé que él lo hará, sé que él te cuidará, y más ahora,