—¿Sabías que Olena creía que tú eras el único Alfa?
Aquello surtió el efecto que buscaba. Mael alzó la cabeza de la almohada, frunciendo el ceño incrédulo.
—Bromeas. ¿Acaso ignoraba que luchan contra más de un clan?
—Nunca llegué a saber tanto, pero fue por eso que te apresaron. Olena estaba convencida que tú comandabas a todos los lobos, y quitarte del medio le permitiría derrotarlos definitivamente.
—¿Insinúas que fue una emboscada planificada?
—Sí.
—¿Y por qué te capturaron a ti también si era a mí a quien buscaban?
—Por mi parecido con Olena. Me vieron mientras nos acechaban y desperté su curiosidad lo suficiente para que quisieran saber quién era.
—Oh, amor mío, perdóname.
—¿De qu&eac