Este no era un contrato financiero.
Era su matrimonio.
No el matrimonio que hubiera elegido, claro. Pero ahora era su realidad.
Respiró hondo y apoyó la pluma sobre el papel, dejando que su mente organizara lo que realmente quería de este acuerdo.
Sabía que Ariadna intentaría imponer sus propias reglas. Probablemente buscaría evitarlo a toda costa, marcar límites y encerrar su convivencia en términos que la beneficiaran solo a ella.
Pero él no iba a permitir que todo se hiciera a su manera.
Si iba a estar casado, las reglas no serían solo las de ella.
Se inclinó hacia adelante y comenzó a escribir.
Acuerdo de Convivencia de Maximiliano Valenti:
El matrimonio es un vínculo real y debe ser tratado como tal.
Maximiliano no iba a permitir que este matrimonio fuera visto como una simple formalidad.
— Este matrimonio será reconocido legal y socialmente como un vínculo legítimo, con las responsabilidades y deberes que conlleva. No será tratado como un contrato temporal ni como una o